Migrantes procedentes del este de Europa continuaron atravesando este viernes los campos de Serbia hacia la Unión Europea, a pesar de que Croacia ha cerrado casi todos los accesos por carretera, después de que pasaron por ellos más de 11.000 personas.
Incapaz de detener el tránsito, la policía croata rodeó a los refugiados en la estación de tren de Tovarnik, ya en el lado croata de la frontera, donde varios miles pasaron la noche al aire libre. Otros continuaron el viaje y consiguieron llegar a Eslovenia por la noche.
Los refugiados llevan dos días atravesando la frontera de Croacia, después de que Hungría bloqueó el acceso a Europa occidental con una valla metálica.
Cientos de ellos pudieron sortear este martes a la policía croata, al realizar su viaje campo a través, para después alcanzar el jueves la frontera con Eslovenia en tren, como parte de una huída desesperada y decidida hacia Occidente que mantiene dividida a Europa.
Únicamente el principal acceso fronterizo en Bajakovo, situado en la carretera que une Belgrado y Zágreb, parecía abierto este viernes, mientras que Eslovenia ha detenido todo el tráfico de trenes procedente de Croacia.
Eslovenia, que, a diferencia de Croacia, forma parte del espacio Schengen de libre circulación europea, comunicó que a lo largo de la noche un grupo de 100 personas trató de cruzar sus fronteras desde Croacia.
Las dos antiguas repúblicas yugoslavas se encuentran de repente situadas en el mismo camino de una enorme migración de personas que huyen de la guerra y la pobreza de Oriente Próximo, África y Asia, una situación que ha sembrado la discordia y los reproches en la Unión Europea (UE).
La UE anunció la celebración de una cumbre europea de emergencia para la próxima semana, en un nuevo intento para superar el desacuerdo entre los veintiocho Estados miembros.
