Tras casi medio año en coma, el pasado 26 de julio la hija de Whitney Houston, Bobbi Kristina, perdió la vida a los 22 años. Una vez asimilado el dolor que sacudió a su familia, el padre de la joven, Bobby Brown, rompió el silencio y reveló que Dios y su ex esposa llamaron a su pequeña para acompañarlos en el cielo.
En un programa de televisión, el ex esposo de Whitney Houston, dijo: «Mantuvimos las esperanzas por seis meses para que algo ocurriera. Pero cuando Dios te llama, te llama».
«Ella (Whitney Houston) sólo llamó a mi hija con ella», agregó.
A pesar de estas esperanzadora declaraciones, la familia Brown mantiene una pelea por la herencia de 20 millones de dólares pasará a manos de su abuela Cissy Houston y de sus tíos, que antes de su muerte ya se estaban repartiendo la fortuna.
Y cómo dejar de lado la denuncia que inculpa al ex de Bobbi Kristina, Nick Gordon, como el causante de su muerte, pues lo acusan de prepararle un cóctel tóxico a la joven el pasado 31 de enero. Bebida que ocasionó daño cerebral, coma y posteriormente el fallecimiento de la heredera de Whitney Houston.
