Colombia y Venezuela llamaron a consultas a sus respectivos embajadores el jueves, una decisión que aumentó la tensión que enfrenta a los dos países después de que Caracas cerró una parte de la frontera común y deportó a miles de colombianos provocando una crisis humanitaria.
El llamado a consultas de embajadores se entiende en el sector diplomático como un paso previo al rompimiento de relaciones.
Las cancilleres de ambos países se reunieron el miércoles, pero no alcanzaron un acuerdo para solucionar la situación.
«No puedo permitir que Venezuela trate a los colombianos y trate al Gobierno colombiano en esa forma», dijo el presidente Juan Manuel Santos.
«Por eso le he dado instrucciones a la canciller para que llame a consultas a nuestro embajador en Venezuela y que convoque una reunión extraordinaria de cancilleres de Unasur», agregó el mandatario colombiano, quien justificó su decisión debido a que el Gobierno venezolano no ha cumplido con permitir el ingreso de los deportados para recuperar sus pertenencias.
Caracas contestó pocas horas después.
«Siguiendo instrucciones del presidente Nicolás Maduro hemos llamado a consulta a nuestro embajador en la República de Colombia, Iván Rincón», dijo la canciller Delcy Rodríguez a través de su cuenta en Twitter.
«Revisaremos integralmente relaciones con Colombia, en razón de las agresiones que sufre nuestro pueblo por el paramilitarismo y guerra económica», precisó.
Maduro ordenó la semana pasada el cierre temporal de dos importantes pasos fronterizos con Colombia, después de un enfrentamiento con contrabandistas que dejó gravemente heridos a dos militares venezolanos.
