Japón aplazará el traslado de una base militar estadounidense en Okinawa para negociar con el gobierno de ese territorio nipón sureño y evitar males de mayores proporciones, anunció hoy el vocero Yoshihiro Suga.
Precisó que el próximo viernes se entrevistarán el primer ministro, Sinzo Abe, con el gobernador de Okinawa, Takeshi Onagi, para discutir una solución al actual conflicto.
Durante su campaña por el cargo, Onagi prometió que sacará del territorio sureño a la base de Infantes de la Marina estadounidense ubicada en Futenma, un suburbio de la ciudad de Nago.
Ese enclave militar radica en medio de una zona densamente poblada de la localidad de Ginowan y el proyecto implicaba un traslado hacia Henoko, un terreno en el norte de Okinawa.
Sin embargo, gran parte de los pobladores rechaza ese plan y prefiere una retirada total de los marines como resultado de un expediente de problemas causados por los militares ocupantes.
En la sureña isla se concentra más del 50 por ciento de los 47 mil soldados norteamericanos destacados en el archipiélago japonés, toda una carga agregada a la vida de los okinawenses.
En julio pasado, Onagi afirmó que busca cancelar la decisión de ceder terrenos para la construcción de una base estadounidense en Henoko.
Washington y Tokio acordaron en 1996 trasladar el enclave en el centro de Ginowan hacia un área ubicada en las afueras de la ciudad de Nago, pero solo hasta ahora tomó cuerpo aquella decisión.
Las instalaciones militares estadounidenses ocupan casi una cuarta parte de los mil 201 kilómetros cuadrados de superficie de Okinawa, a lo que se agrega un inventario de desmanes, indisciplinas y tropelías cometidas por los marines.
