“No escondas la cabeza bajo tierra como el avestruz” reza ese viejo refrán que da cuenta del que rehúye una situación o no se enfrenta al problema, aunque en el caso humano sí se multiplican impresiones y se verbalizan los temas sin parangón alguno.
En verdad, lo del avestruz es un falso mito, muy extendido, por cierto, pues según los textos estas aves, las más grandes que han logrado sobrevivir hasta nuestros días, cuando se sienten en peligro, bajan la cabeza a ras de suelo para ocultar su largo cuello; pero esto significa su defensa, pues confunden a los agresores y lanzan patadas que pueden romper la cabeza de un león.
De todos modos, vivimos entre mitos, refranes que merecen atención por su sapiencia y, en este caso, se aplica a lo que sucede con la República Dominicana en el contexto internacional, mayoritariamente adverso a los intereses a las acciones asumidas por el país en la aplicación del Plan Nacional de Regularización, con el cual pretende aclarar y poner fin a la estadía de extranjeros indocumentados, especialmente haitianos, en el territorio nacional.
Aunque al Plan Nacional de Regulación de Extranjeros se acogieron 288.466 indocumentados, la mayoría haitianos, y 8.755 lo hicieron a la Ley especial de Naturalización, medios de comunicación plantean que “el lobby haitiano ha sido más efectivo que el dominicano y se han sumado a su causa figuras notables”, como el alcalde del Estado de Nueva York, Bill de Blasio, que llamó a un boicot contra el turismo dominicano y Martin O´malley, precandidato presidencial por el Partido Demócrata, también arremetió contra la política migratoria del presidente Danilo Medina.
Otra situación se creó con el director ejecutivo de la división para las Américas de Human Rights Watch (HRW), José Miguel Vivanco, quien presentó un informe en el cual pide al Gobierno el cese inmediato de la expulsión de dominicanos de descendencia haitiana y que se les garanticen sus derechos. Sus aseveraciones fueron enérgicamente refutadas por el Gobierno dominicano.
Aprovecha escenario
En el caso del presidente de Haití, Michel Martelly, este asumió el escenario de la 36 Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad del Caribe (Caricom), para calificar como “desastre humanitario” la situación del número de deportados que podría desestabilizar al país y su economía, según dijo.
Martelly acusó al gobierno dominicano de realizar “deportaciones violentas, masivas e indiscriminadas” de haitianos y pidió a la comunidad internacional intervenir; a la vez que advirtió a los líderes caribeños que en el plano económico y social, los escasos recursos que maneja el Estado haitiano no le permitirán hacer frente a dicha situación, que además puedan poner en peligro la paz y la seguridad regional, afirmó el mandatario durante su discurso y agregó:
“Con su permiso debo decir que no es con alegría del corazón que me dirijo a esta reunión para hablar de la relación de la República de Haití con la República Dominicana. Hoy en día, estas relaciones nos desafían y desafían a los amigos de la Caricom, dada la suerte reservada a los haitianos que viven ilegalmente en la República Dominicana”.
Expuso, además, que “las autoridades dominicanas, utilizando todos los subterfugios posibles, se negaron sistemáticamente a negociar no sólo el protocolo, sino también cualquier otro documento que pudiera cortésmente presentar. En consecuencia, la parte haitiana está en el derecho a considerar que el gobierno dominicano quiere llevar a cabo las deportaciones sin tener en cuenta los derechos fundamentales de los migrantes haitianos.
“Frente a esta situación intolerable, la República de Haití lanza un vibrante llamado a los estados miembros del Caricom, de la Organización de Estados Americanos y de las Naciones Unidas a fin de llevar a las autoridades dominicanas a tratar a los haitianos con dignidad, respetando sus derechos en virtud de todos los protocolos y todos los convenios internacionales y regionales existentes en materia de migración”.
El presidente haitiano buscó apoyo a la comunidad internacional, con un reclamo “a que se establezca un protocolo” para que podamos “acordar a quién se trae de vuelta y dónde se le trae, porque estamos viendo gente a lo largo de toda la frontera”, lo que indica que “no hay un control de lo que está ocurriendo”.
También agregó Martelly que: “No es que no queremos a los haitianos en casa, sólo queremos asegurarnos de que se les trata adecuadamente”.
Por su parte, el primer ministro de San Cristóbal y Nieves, Timothy Harris, consideró al respecto que esta asunto es una oportunidad más para mostrar “la unidad regional y la solidaridad” de los países que integran Caricom. Se refirió a la situación como “una crisis humanitaria y de derechos humanos que afecta a los haitianos y los dominicanos de ascendencia haitiana asediados” por las autoridades de Santo Domingo.
“Por lo tanto, hago un llamamiento a las autoridades de la República Dominicana a que cesen y desistan de cualquier plan que daría lugar a la expulsión de los dominicanos de ascendencia haitiana para hacerlos apátridas”, reclamó Harris y pidió que se “considere la posibilidad de ampliar el plazo para el registro de los migrantes indocumentados, para dar tiempo a idear una solución adecuada en consonancia con las políticas internacionales”, agregó.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, mostró su “profunda preocupación” por la política de deportación en curso en la República Dominicana.
En tal sentido celebró que estuviera prevista la emisión de una declaración de condena por parte de Caricom al final de la cumbre y recordó que él ha mantenido conversaciones al respecto con las autoridades de Haití y República Dominicana: “Confío en que habrá un mayor progreso en la resolución de este asunto, la protección de los derechos de las personas afectadas y la prevención de la privación de la nacionalidad”, indicó.
Gobierno dominicano responde
Las afirmaciones del primer ministro de Haití, Evans Paul, sobre la supuesta repatriación de 21 personas de nacionalidad haitiana que habrían sido “arrestadas en sus casas” y deportadas a la vecina nación, a pesar de contar con la debida documentación, fueron catalogadas como “rotundamente falsas”, por el gobierno dominicano.
“Los hechos que describe esa nota sencillamente no ocurrieron y ninguna persona ha sido deportada de República Dominicana. Repito, nuestro país no ha puesto en marcha ninguna deportación. Por tanto, no hay base alguna para sostener las afirmaciones de ese comunicado”, indicó en una declaración el ministro de la Presidencia, Gustavo Montalvo.
Precisa el texto que en la versión digital de un diario dominicano se informó que dos periodistas y un fotógrafo “enviados al país por el reconocido periódico haitiano Le Novelliste, afirmaron este viernes que no han constatado un solo caso de deportación de sus compatriotas residentes en este lado de la frontera”.
El ministro de la Presidencia dijo desconocer los motivos que están llevando a algunos funcionarios del gobierno haitiano a realizar declaraciones falsas y a sostener una campaña negativa contra la República Dominicana, que añadió también va en contra de los intereses de su propia gente.
“Quiero dejar bien sentado que nuestro gobierno no va a abandonar su compromiso con el respeto a los derechos humanos; pero tampoco va a permanecer impasible ante acusaciones sin fundamento. Es hora de frenar esta ofensiva injustificable, basada en especulaciones e informaciones falsas”, puntualizó.
Consideró que es posible que, dadas las dificultades internas que atraviesa Haití, para algunos de sus políticos sea más fácil buscar al enemigo fuera que enfrentar las propias debilidades.
“Es hora de que las autoridades haitianas asuman la responsabilidad que les corresponde con respecto a sus nacionales y al futuro de su país”, enfatizó Montalvo.
Lo que sucede allende los mares
Hace apenas unos días, el primer ministro de Italia, Matteo Renzi, aseguró que la cuestión de la inmigración en el Mediterráneo «no es un problema solo italiano o francés» sino que afecta a toda la Unión Europa y pidió al Consejo Europeo “darnos una mano para resolver el problema de la inmigración. Pero no es un problema solo italiano o francés, sino un problema europeo», afirmó.
Cuando Matteo Renzi pronunció estas palabras, se encontraba a su lado el presidente francés, François Hollande, y la prensa internacional subrayó que “el encuentro estuvo marcado por una gran expectación, sobre todo en lo que respecta al tema de la inmigración, después de que las autoridades galas hayan prohibido el paso a los inmigrantes que desde Italia quieren llegar a Francia sin contar con permiso legal”.
Así van las cosas por el mundo europeo, sin nombrar España y otros… Hollande, reiteró su negativa al programa de repartición de cuotas de inmigrantes, que “no merece ser tomado en consideración”, pero reconoció al mismo tiempo que “ningún país puede cargar por sí solo con el peso de la inmigración”. “Se necesita la solidaridad y la responsabilidad de todos”, observó.
En Bahamas, a finales de 2014, tal y como publicaron medios de prensa, “Las nuevas leyes de inmigración que entrarán en vigor en Bahamas el próximo 1 de noviembre son claramente xenofóbicas contra los haitianos porque limitan y aislan aún más a la población que reside allí, según el profesor estadounidense de Antropología Bertin Louis.
El Gobierno de ese archipiélago independiente de Reino Unido desde 1973 «ha promovido políticas de índole xenofóbica contra los extranjeros y en particular contra los inmigrantes haitianos desde hace muchos años, y sigue haciéndolo», dijo en una entrevista con Efe el especialista en la materia, que también es descendiente de haitianos.
«No aceptaremos solicitudes de inmigrantes ilegales en las Bahamas que pidan visados de trabajo y cualquiera que lo haga, será arrestado, procesado y deportado», anunció Frederick Mitchell, ministro de Asuntos Exteriores e Inmigración, a mediados de septiembre.
En 2013 unos 50.000 haitianos residían en Nassau, capital del país caribeño, según datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Aunque hay carencia de datos oficiales precisos, se sabe que la inmensa mayoría de los inmigrantes de Bahamas (que rondan el 16,3 % de la población) son haitianos, una población muy castigada por la pobreza en su país de origen, la más acusada de todo el continente americano.
En Nassau, “Bahamas compareció ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos debido a una demanda presentada por la Asociación de Derechos Humanos de Gran Bahamas por el eventual maltrato a inmigrantes haitianos ilegales”.
Santa Lucía se sumó a críticas del Caricom y el primer ministro, Kenny Anthony, criticó a República Dominicana por una “escandalosa e inaceptable” política migratoria que implica la deportación de personas de ascendencia haitiana.
En declaraciones a la prensa durante la última jornada de la cumbre de la Comunidad del Caribe, Kenny Anthony enfatizó que Santa Lucía “permanece totalmente en contra” de esta política dominicana. “No creo que República Dominicana entienda la profundidad de los sentimientos, la decepción de los líderes del Caribe en esta materia”, dijo, tras advertir que este “muy bien podría ser un punto de inflexión en la relación entre la región” y ese país.
Somos responsables de lo que sucede a nuestros compatriotas
Un reporte del colega de Listín Diario, Javier Valdivia, da cuenta de que “El embajador de Haití en Santo Domingo, Daniel Supplice, admitió que su país no pudo ayudar a que miles de inmigrantes haitianos residentes ilegalmente en República Dominicana se inscriban en el Plan Nacional de Regularización de Extranjeros (PNRE), debido al fracaso del programa de documentación de inmigrantes que llevaron a cabo las autoridades haitianas en territorio dominicano.
“Si no somos capaces de identificar a nuestros ciudadanos en casa, no veo cómo podríamos haberlo hecho afuera”, dijo Supplice en una entrevista concedida a Le Nouvelliste, que el periódico haitiano publicó este sábado.
Allá y acá las cuestiones son “del color con que se miran y se pintan”, Haití ha fallado a las solicitudes de inmigrantes haitianos y a fallas en su aplicación.
El embajador haitiano en Santo Domingo afirmó: “Nosotros somos los responsables de lo que hoy sucede con nuestros compatriotas”. De igual manera reveló “que le vino la idea de contactar al ministro dominicano de la Presidencia, Gustavo Montalvo, para ver la manera de permitir que muchos más haitianos puedan inscribirse en el plan de regularización, tras lo cual el gobierno dominicano aceptó su sugerencia”.
En tales circunstancias, se espera el resultado de la ofensiva del Gobierno dominicano en el exterior para explicar su política migratoria. El canciller Andrés Navarro ha participado en varios foros internacionales y se ha reunido con los embajadores acreditados en diferentes países.
En la semana que recién comienza, se espera, tal y como lo anunció el ministro de Interior y Policía, José Ramón Fadul, que se inicien las repatriaciones de indocumentados hacia Haití, para lo cual el Gobierno ha puesto en marcha una logística que incluye centros de acogida y transporte incluso de sus pertenencias.
A partir de este lunes las autoridades comenzarán la entrega de 50 mil carnets migratorios que están listos y se reitera que en el Plan de Regularización se inscribieron más de 288,000 personas, en su mayoría ciudadanos haitianos.
