Secuestros de niños, otra cara oscura de los conflictos

Naciones Unidas.-El secuestro masivo de niños en situaciones de conflicto crece hasta niveles alarmantes en varias partes del planeta, un fenómeno sumado a la larga lista de sufrimientos que la guerra implica para millones de personas inocentes.
Cuando en abril de 2014 el grupo fundamentalista Boko Haram tomó por la fuerza a casi 280 alumnas de un colegio de Chibok, en el nororiental estado nigeriano de Borno, el mundo estaba lejos de imaginar que los extremistas en regiones de África y Asia convertirían estos delitos en una práctica dentro de su arsenal de crímenes.
El Estado Islámico (EI), Al Shabaab y otras organizaciones violentas han sido también acusadas de la repudiable acción, ligada al reclutamiento de menores para combatir, la esclavitud, el abuso sexual y los matrimonios forzados, sin olvidar que en ocasiones los pequeños son convertidos en armas (atacantes suicidas).
Los secuestros infantiles emergen como una preocupante tendencia, advirtió la víspera la representante especial del Secretario General de la ONU para los Niños y los Conflictos Armados, Leila Zerrougui.
De acuerdo con la diplomática argelina, los responsables raptan a menores de edad como táctica para sembrar terror o atacar a comunidades sobre la base de diferencias étnicas o religiosas.
Ya no solo vemos los asesinatos y las mutilaciones de niños en escenarios de guerra, también los secuestros y las acciones contra estudiantes y escuelas por extremistas que tratan de imponer su ideología, denunció.
Zerrougui llamó a los países miembros de Naciones Unidas a garantizar la seguridad de los pequeños en cualquier circunstancia y a centrar esfuerzos en protegerlos de los raptos.
INFORME DE ONU
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, emitió esta semana un reporte sobre la situación de los niños en los conflictos en 2014, documento que recoge con preocupación el asunto de los secuestros.
Enfocado en el destino de los menores en 23 crisis, el texto constituye una alerta por las amenazas que enfrentan decenas de millones de ellos en Iraq, Somalia, Nigeria, Chad, República Centroafricana, Siria, Colombia, Yemen, Mali, República Democrática del Congo y Sudán del Sur, entre otras naciones.
De la lectura del informe se derivan no pocas interrogantes, ante la urgencia de detener crímenes ligados a los secuestros, como obligar a los niños a combatir o convertirlos en armas.
Tan solo en Siria, el EI separó el año pasado de sus padres y familiares a más de un millar de menores de edad.
En un solo caso, raptó a 150 varones que marchaban hacia sus escuelas, en la norteña ciudad de Alepo, para realizar exámenes.
Meses después fueron liberados por sus captores, quienes cometieron abusos físicos, los adoctrinaron y los forzaron a presenciar violentos actos, lamentó el Secretario General.
Su reporte cita además un documento emitido a finales de 2014 por los islamistas, justificando la esclavitud sexual a la cual someten a niñas de la etnia yezidi, secuestradas en Iraq.
Particular rechazo despierta el encierro de los pequeños y adolescentes en campos de entrenamiento, donde aprenden a matar y a sentir desprecio por la vida humana.
Las misiones son muchas, y van desde atacantes suicidas hasta combatientes, pasando por escudos humanos, espías y esclavos sexuales.
CONSECUENCIAS
Expertos advierten del impacto de los secuestros en los niños, que incluye traumas y heridas psicológicas difíciles de sanar.
No menos preocupantes resultan las afectaciones que implican para los pequeños cuando son obligados a relacionarse con la violencia.
El reporte de Ban recoge la historia de Dominic Ongwen, quien fue raptado en 1989 camino a la escuela por el Ejército de Resistencia del Señor, grupo en el que comenzó a ascender hasta llegar al rango de mayor con apenas 18 años.
Actualmente, el ugandés de 40 años enfrenta múltiples cargos por crímenes de guerra y delitos contra la humanidad en la Corte Penal Internacional, entidad con sede en La Haya, Holanda.
Su caso es un recordatorio de las negativas consecuencias de tales violaciones, subrayó el Secretario General de la ONU.
Naciones Unidas insiste a través de diversas campañas en que el lugar de los niños es la escuela y junto a su familia, pero en muchas partes del mundo esto no es más que una aspiración.

Compartir esta publicación:

WhatsApp
Facebook
X
LinkedIn
Pinterest