La economía china mostró señales de mejoría en mayo, luego de que la producción industrial se estabilizó, aunque el crecimiento de la inversión cayó a su menor ritmo en 15 años, augurando más problemas para el país a menos que Pekín redoble sus medidas de estímulo monetario.
Una sucesión de datos publicados el jueves, desde producción de energía a ventas minoristas, mostraron que la segunda mayor economía del mundo no ha repuntado de forma convincente pese al recorte de las tasas de interés aplicados desde noviembre.
Eso llevó a que algunos analistas estimaran que el crecimiento podría enfriarse más en el segundo trimestre, tras tocar un mínimo de seis años del 7 por ciento a principios de año, lo que aumenta las posibilidades de que China vuelva a recortar las tasas de interés a partir de este mes.
«La actividad de datos de hoy, más las suaves cifras de comercio exterior difundidas previamente, sugieren que el crecimiento del Producto Interno Bruto podría no alcanzar el 7 por ciento en el segundo trimestre», dijeron economistas de ANZ Bank en una nota.
«Creemos que el Banco Popular de China recortará las tasas de interés en 25 puntos básicos este mes», añadieron.
La inversión en activos fijos, un elemento crucial de la economía china, creció en mayo a su ritmo más lento en casi 15 años, y subió un 11,4 por ciento en los primeros cinco meses del año frente al mismo período de 2014, incumpliendo una previsión en un sondeo de Reuters de un avance de un 12 por ciento, la misma que en abril.
Algunos analistas culparon del débil dato al enfriamiento del mercado de la vivienda chino, que dicen no repuntará hasta se despejen los altos inventarios de casas sin vender, por lo tanto reviviendo la inversión y la actividad de construcción.
En comparación, la actividad manufacturera mostró signos de estabilizarse, pero continuó en niveles reducidos. La producción industrial subió un 6,1 por ciento en mayo frente al año anterior, en gran medida en línea con las expectativas y con una subida marginal respecto a abril.
