Irán aceptaría examen foráneo a sitios no nucleares bajo condiciones

Irán aceptaría inspecciones internacionales a sitios no nucleares sólo con mandato parlamentario y bajo ciertas condiciones, advirtió una autoridad al insistir en que el levantamiento de las sanciones económicas es hoy prerrequisito para un acuerdo atómico.
 
El jefe de la Organización de Energía Atómica iraní (OEAI), Ali Akbar Salehi, defendió la soberanía de la república islámica en el ámbito nuclear, justo cuando el canciller Mohammad Javad Zarif viajó este domingo a Nueva York para encabezar las conversaciones con seis potencias mundiales.
 
Salehi defendió la facultad del Majlis (parlamento persa) para aprobar el protocolo adicional a lo ya discutido y pactado en Lausana con el Grupo 5+1 (los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania) en aras de un pacto nuclear definitivo e integral.
 
Puntualizó que, si el órgano legislativo adopta tal protocolo, se autorizarían visitas de inspectores del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) a instalaciones no nucleares, pero siempre bajo ciertas normas.
 
El excanciller declaró en un programa televisivo que las sanciones económicas internacionales y los aspectos legales ligados a las inspecciones foráneas se discutieron en la reciente ronda de conversaciones de Viena.
 
Aseveró que el G5+1 y Estados Unidos, en particular, aceptaron en Lausana la eliminación completa de todas las sanciones inmediatamente después de que se firme el entendimiento global y final, y criticó maniobras de círculos políticos norteamericanos para modificar o boicotear lo ya consensuado.
 
El equipo negociador iraní no renunciará a los intereses nacionales y defenderá las líneas rojas en sus conversaciones con las potencias mundiales, subrayó el titular de la OEAI, quien indicó que ambas partes ya alcanzaron consenso en el acuerdo marco y ahora discuten los detalles.
 
Según Salehi, el país persa posee pleno conocimiento del ciclo completo de la tecnología nuclear pacífica, dispone de reservas de 90 toneladas de agua pesada y produce 20 toneladas anuales que le brindan capacidad para convertirse en exportador de uranio enriquecido.
 
Todas las instalaciones nucleares, incluido el reactor de agua pesada de Arak, Fordow y Natanz, continuarán su trabajo porque Irán nunca aceptó detener sus investigaciones y programas de desarrollo, y requiere, además, construir más plantas de enriquecimiento para cubrir sus necesidades futuras, agregó.
 
El jefe de la OEAI explicó que Fordow se construyó para garantizar el proceso de enriquecimiento más allá del nivel industrial, y recordó que Teherán busca producir isotopos allí y eso fue aceptado por el G5+1.
 
Como parte de los parámetros clave anunciados conjuntamente el 2 de abril en Lausana, se decidió igualmente que el reactor de Arak se mantenga dedicado a investigaciones, añadió al indicar que el país pretende edificar reactores de mil megavatios más pequeños que los antes referidos.

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