Grupos de la sociedad civil convocaron una marcha en la ciudad sudafricana de Johannesburgo a favor de la paz, la unidad y el fin de los ataques contra extranjeros en algunas zonas del país.
La víspera diversas organizaciones de Cape Town, entre ellas el Congreso Nacional Africano (ANC), realizaron una caminata hasta el Parlamento donde entregaron un memorando de condena a estas agresiones.
El presidente Jacob Zuma inició una serie de consultas con partes interesadas con el objetivo de buscar una salida a esta situación que calificó de inaceptable.
Durante una reunión ayer donde discutió las políticas migratorias que se aplican actualmente, anunció que estableció una comisión para evaluar y hacer frente a los incidentes de violencia xenófoba.
Pero conminó a «trabajar juntos para asegurarnos de que estos ataques no ocurran de nuevo en nuestro país».
Varios ministros del gabinete viajaron a distintas comunidades del territorio nacional para transmitir el mensaje de condena a este tipo de acciones y el llamado a la unidad.
El presidente Zuma, quien canceló una visita a Indonesia para atender este tema, dijo durante una conferencia de prensa que pediría a todos hablar «en primer lugar (sobre) lo que ha sucedido y ¿por qué? ¿Quiénes son los responsables? Y luego plantearnos, ¿qué podemos hacer?»
La ola de ataques ha dejado en tres semanas siete muertos, entre ellos un adolescente de 14 años, así como miles de desplazados, desde que estalló el brote en la provincia de KwaZulu Natal y luego se extendió a la de Gauteng.
