En los últimos tiempos se ha puesto de moda que para exhibir una imagen más rejuvenecida (como un producto de marketing o simple vanidad personal), periodistas y políticos se hacen cirugías plásticas, se tiñen el cabello, o se lo insertan para contrarrestar la calvicie.
Especialistas en la materia explican que tanto los políticos como artistas y personas de distintas índoles y profesiones acuden al rejuvenecimiento para elevar su estado de competitividad y seguridad en sí mismas, a fin de transmitir y conseguir lo que desean.
“Hay personajes de la política que están afectados por la competitividad frente al reto que representan sus homólogos, entonces requieren generar un atractivo ante la población”, apuntó el cirujano plástico, Manuel Tarrazo, quien aseguró a DominicanosHoy que por sus manos han pasado muchos de estos, a los que ha sometido tanto a intervenciones quirúrgicas como a tratamiento estético.
Explicó que un procedimiento de rejuvenecimiento hace que aumente la autoestima, las personas se proyectan más positivas, “sienten más seguridad a la hora de transmitir lo que quieren para conseguir lo que desean”, reiteró.
Son muchos los casos de políticos dominicanos que han recurrido a estas intervenciones y tratamientos, entre los que citamos al expresidente Leonel Fernández, quien para su segundo mandato presidencial, cuando su cabello comenzó a blanquear, utilizó un producto especial para ennegrecerlo. Sin embargo, al parecer, por las críticas desistió y ahora se lo deja de forma natural. A veces, se le ve utilizar una crema para tonificar las canas. Incluso, en un acto en el Parque Independencia, al estar bastante sudado, la crema se chorreó por las sienes mientras pronunciaba un discurso.
El presidente Danilo Medina, cuando fue candidato en el año 2000, estaba bastante calvo. Luego se sometió a un proceso de implante de cabellos y al volver a ser candidato presidencial su cabeza apareció más poblada. Aún le queda una pequeña calva, pero su imagen de candidato presidencial lució más juvenil.
El precandidato presidencial del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), y ministro de Turismo, Francisco Javier García, se estiró los pliegues de la cara y eliminó la denominada “papada”; es decir, la parte que le cuelga debajo de la mandíbula.
Su dentadura fue reestructurada completamente, pues en sus años mozos en el PLD, cuando se destacaba como decimero, animando en los actos donde iba a intervenir el fundador del Partido, Juan Bosch, tenía dientes de oro. Si se observa una foto de antes y una de ahora su fisonomía está totalmente cambiada. De manera que sus éxitos políticos se manifiestan en el cambio y renovación de su físico.
Los cambios más notables se notan en la cara del dirigente peledeísta Melanio Paredes. Siendo ministro de Educación se reestructuró la boca (los dientes, labios), se estiró casi toda la cara. Hasta se hizo un hoyito en la barbilla. Indiscutiblemente, el Melanio de los tiempos en que era sindicalista de los profesores y el Melanio después que fue funcionario son diferentes. Es una persona nueva.
Para seguir el paso de la moda, el viejo zorro del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), y ahora de la Estructura, Amable Aristy Castro, ejecutó la “siembra” de cabellos en su calvicie.
En la época de secretario general del PLD era muy evidente la calva de José Tomás Pérez, aunque era muy joven todavía. Cuando fue senador de la capital se pobló la cabeza de cabello. Su cambio de imagen fue total; ahora el embajador en Washington, Estados Unidos, se nota más joven.
También tenía una calvicie de forma prematura el presidente de la Junta Central Electoral (JCE), Roberto Rosario, quien se sometió a un proceso de implante de pelo. Al comparar una foto vieja de Rosario, del momento en que pertenecía al bufete de abogado del doctor Franklin Almeida, y una de cuando es miembro de la JCE, se percibe un cambio muy notorio.
Dos Virtudes
Si vemos las imágenes de la época de su apogeo sindical de los años “90”, podremos decir que se trata de dos Virtudes Álvarez diferentes. Su cambio fue total. La mujer de dientes y boca grandes, y pliegues en la cara quedó atrás. Ahora es una mujer joven, bella, elegante. Algunos amigos y seguidores de la dirigente política de izquierda suelen bromear y decir que después de varias cirugías estéticas está más joven que su hija mayor.
Algunos periodistas ligados a la política, como Julio Martínez Pozo, no se quedan atrás en su cambio de look. Abandonó sus lentes fondos de botella (anticuados) y el rostro envejecido tempranamente. Se sometió a un sistema de reparación con el sistema de botox en la boca, se levantó los parpados, debajo de los ojos y hubo otros cambios.
El poeta, escritor y dirigente del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Tony Raful, anda siempre con su abundante cabellera negra y los bigotes bien tintados de negro. Igual ocurre con el gobernador del Banco Central, Héctor Valdez Albizu, quien siempre tiene la cabeza bastante negra del tinte y muy bien cuidada.
Al referirse al tema, el politólogo Belarminio Ramírez Morillo dijo que las cirugías plásticas están muy de moda en los candidatos y candidatas en casi todos los países del mundo, debido a que la imagen física juega un rol importante en el proceso persuasivo.
“Las personas pueden ser clasificadas en tres categorías: auditivos, visuales y cenestésicos”, explicó. Según el experto en marketing político, hay personas que se dejan atraer fundamentalmente por lo que escuchan. Por ejemplo, las mujeres se inclinan más en este renglón que los hombres; una segunda categoría son las que se dejan atraer por lo que ven, en este renglón los hombres sobrepasan a las mujeres; y una tercera categoría son quienes se sienten atraídas por el tacto. Por eso, un buen mensaje persuasivo debe ser elaborado con la estética debida para que sea atractivo en general.
Abundó que en los visuales la apariencia física es fundamental. Ser atractivo es el primer enfoque para lograr la mirada de estos, y por tanto, ahí entran las cirugías plásticas y retoques para lucir más joven o hacer cambios corporales a los fines de ser más atractivo.
Tanto la apariencia física como estar en forma son importantes en esta fase en que el marketing político está siendo mezclado con el marketing social. Mente sana y cuerpo sano mediante ejercicios físicos, no consumo de drogas, descanso, preservación del ambiente y dietas equilibradas son imágenes y mensajes que concitan más interés en las personas que las propuestas políticas enfocadas en lo económico y lo social. Inclusive los programas televisivos y radiales con esta temática concitan más interés que los programas de puro contenido político ideológico y electoral.
Para Ramírez Morillo las cirugías plásticas se hacen con el propósito de ser agradables a la vista, y cuando esto se logra, entonces es más fácil depositar el mensaje en las mentes de los receptores, ya que se desbloquean y muestran menos resistencia.
Al abundar sobre el tema, el doctor Manuel Tarrazo sostuvo que las personas que se dedican a la política se empeñan en lograr una proyección, ya que su tendencia es verse más joven, al tiempo de que querer combinar experiencia y juventud.
Su intención es crear la tendencia de que en ese mercado siempre esperan la sangre nueva; entonces, en ese momento el candidato maduro debe decir, “yo no soy viejo, yo soy una persona madura, un experto”.
Asimismo, con una cirugía plástica buscan que no se note el estrés ni el cansancio en la cara, provocado por tanto trabajo.
Tarrazo señaló que “evidentemente por exceso de trabajo el organismo se oxida, el oxigeno que respiramos y los alimentos que consumismos dañan, generan radicales libres en el cuerpo que nos oxida y son los que nos envejecen y dañan las células 80 mil veces al día”.
Detalló que si a eso se le suma el estrés asociativo que puede producir una campaña y una serie de actividades, y si encima de eso se fuma, o se toma alcohol o se está en un ambiente muy contaminado, aumentan los oxidantes, sobre todo el envejecimiento celular, lo cual se nota y la persona empieza a no verse bien.
En estos casos es que se someten a un tratamiento en el que se le orienta sobre un sistema de vida antienvejecimiento que le permita añadir “vida a los años más que años a su vida, mientras están en esos proyectos que generan tanto estrés oxidativo”.
Principalmente los políticos se tratan el rostro, que es lo que más se ve, puesto que en la cara, por la pérdida de grasa, es donde se hace más notoria la decadencia, se ve más “chupadita” y más flaca, y se establecen surcos y arrugas que influyen en la expresión.
El tratamiento estético suele combinarse con técnicas de efecto gravitacional, por ejemplo la caída de los músculos debido a la acción de dormir mucho, se puede tratar con medicina estética, que iría desde un botox hasta un lisquín de cara y cuello de máximo resultado que elimine las cicatrices.
Operar los parpados, así como arreglar la papada y la nariz, son las intervenciones más frecuentes.
“El implante de pelo es un signo de envejecimiento importante que el paciente entiende debe detener; es una demanda que va a depender de cómo se sienta el individuo frente al espejo”, concluyó Tarrazo.
