El representante permanente de Rusia ante la Unión Europea (UE), Vladimir Chizhov, aseguró este viernes que los temores de Occidente previos a la visita concluida la víspera en Moscú del jefe de gobierno griego, Alexis Tsipras, eran infundados.
«Nunca antes hubo tal marea de comentarios críticos como los que precedieron a esta visita», afirmó el diplomático en declaraciones al canal de televisión Rossiya 1.
Ahora, esta marea disminuye, añadió el representante ante la UE.
Chizhov explicó que los más graves temores vinculados al viaje de Tsipras a Moscú -que pudiera vender la deuda griega a Rusia o anunciaría pasos radicales en violación de la disciplina de la UE- carecían de fundamento como se pudo comprobar.
Rusia no trata de introducir una cuña entre los países de la UE, y tampoco entre este bloque y Estados Unidos, concluyó el diplomático.
Al comentar los resultados de las conversaciones con el Primer Ministro griego, por su parte, el asesor de prensa del presidente Vladimir Putin, Dmitri Peskov, aseguró que el Kremlin está muy satisfecho.
Lo principal es que nuestros socios griegos tienen la voluntad de continuar la cooperación en cualquier circunstancia, y Rusia responde a esas aspiraciones con reciprocidad, añadió.
Las pláticas fueron realmente muy alentadoras, y para nuestros países tienen un aspecto múltiple real de cooperación, agregó.
Peskov subrayó que fueron discutidos todos los objetivos comunes de los que se habló.
Recordó el Asesor Presidencial que mientras en 2013 Rusia fue el socio número uno de comercio exterior de Grecia, una tendencia hacia la disminución de los volúmenes de intercambio mercantil comenzó en la segunda mitad de 2014.
Ciertamente, existe una tarea para revertir esta tendencia porque nuestro comercio tiene un gran potencial y tenemos proyectos apropiados para trabajar juntos, consideró.
Tsipras realizó una visita de 48 horas a Moscú durante las que dialogó con el jefe del Kremlin y sostuvo reuniones con su par, Dmitri Medvedev, el presidente de la Duma estatal (cámara baja), Serguei Narishkin, y el Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa, Kiril.
El líder griego resumió el resultado satisfactorio de su viaje a Rusia con la expresión de que tras esta visita las relaciones bilaterales pasaron del congelamiento en que se hallaban a la primavera.
