Que quienes más ganan aumenten sus salarios, se interpreta como un eufemismo en esta sociedad, porque nadie duda de los grandes “combates” que se lideran para poder incrementar los sueldos de los trabajadores; y aunque las comparaciones se adecuen o no en este u otros casos, la noticia de que jueces, empleados y abogados ayudantes del Tribunal Superior Electoral (TSE), ganarán más, según decisión del Pleno, “acogiéndose a los índices de inflación establecidos por el Banco Central”, dicen, rebosa la copa de las comprensiones.
En días próximos, calles de unas veinte provincias dominicanas serán ocupadas por los trabajadores en demanda de que el sector empleador disponga un incremento salarial en un 30%, y que el gobierno aumente en la misma proporción los sueldos de los servidores del Estado.
Y mientras, una nota del TSE explica que aunque la decisión había sido tomada mediante resoluciones administrativas del 2012 y 2014, es la vez primera vez que hacen efectiva la aplicación de esta política salarial y remunerativa, cuya facultad, subrayan, está acogida por la Constitución de la República.
El punto es que, aun si las comparaciones no se ajustan por condiciones internas de cada entidad, más allá del proceder correcto o incorrecto, habría que ahondar en el concepto de lo injusto moral y social ¿no les parece?
