En República Dominicana unos 83 mil niños, niñas y adolescentes menores de 19 años viven con alguna discapacidad, según estudios del Programa de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
La iniciativa del despacho de la Primera Dama, el Consejo Nacional de Discapacidad (Conadis), el Consejo Nacional para la Niñez y Adolescencia (Conani) y el Ministerio de Educación de poner en marcha la Mesa Consultiva Niñez con Discapacidad, resulta más que un proyecto, “una herramienta”, tal y como la han calificado, dirigida a atender a esa población vulnerable que requiere una dedicación especial.
El Palacio Nacional fue escenario del acto, en el cual se logró ese “espacio de concertación entre organizaciones del Gobierno, sociedad civil, sector privado y organismos de cooperación internacional”, todos los cuales están pensando cómo “generar y difundir información sobre la situación de los niños y niñas con discapacidades y sus necesidades”.
El problema no está en sentir lástima y mucho menos en compadecerse solamente ante esos pequeños, algunos de los cuales son utilizados para pedir limosnas en las calles; tampoco se trata de volver la cara para “no ver” lo que es una realidad social. La primera dama Cándida Montilla de Medina ha reafirmado con fuerza esta necesidad de “hacer valer los derechos de la infancia con discapacidad, mediante políticas públicas nacidas de la articulación y el consenso de instituciones del Gobierno, la sociedad civil, organismos de cooperación internacional y sector privado”.
De manera que se ha abierto la puerta acertada y por ella deben transitar recursos, métodos y políticas públicas inclusivas capaces de lograr que estas personitas especiales vivan con la dignidad que les corresponde.
