Tokio.- El primer ministro japonés, Shinzo Abe, reafirmó su voluntad de revivir la potencia militar nipona, durante una visita a la Academia Nacional de Defensa en Yokosuka, cerca de Tokio.
Abe sostuvo que las Fuerzas de Autodefensa de Japón participarán en las misiones militares de la ONU, a pesar de las declaraciones donde recuerda la política pacifista vigente desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.
El político explicó su postura arguyendo la «compleja y cambiante situación internacional», que exige un mayor protagonismo si el país desea mantener la paz dentro del territorio nacional y cerca de sus fronteras.
No obstante admitió que Japón debe adoptar medidas decisivas para cumplir con su promesa de nunca ir a la guerra otra vez, como exige el artículo 9 de la Carta Magna aprobada en 1947.
Durante la cumbre trilateral celebrada en Seúl la víspera, los ministros de Relaciones Exteriores de China y Surcorea pidieron a su homólogo japonés mantenerse en el sendero de la concordia.
Las tibias opiniones de Abe sobre los crímenes perpetrados por el antiguo ejército imperial durante la Segunda Guerra Mundial son causa de fricciones con sus vecinos asiáticos.
Por otra parte, el probable renacer de unas Fuerzas Armadas niponas con facultades legales para combatir fuera junto a los soldados de Washington disparó las alarmas en Seúl y Beijing.
Abe necesita aprobar al menos una decena de nuevas leyes con el propósito de hacer efectivo el despliegue de las tropas, además de una consulta popular y el veredicto del Parlamento, previstos para mediados de este año.
A inicios de marzo el gobierno decidió equiparar el poder de los militares al de los civiles en el Ministerio de Defensa, a pesar de las protestas de sectores proclives al pacifismo.
