Ojalá las universidades, las calles de los barrios, residenciales, caminos, trillos y hasta las bancas de apuestas que colman el territorio nacional, se abrieran un día, aunque fuera solo ese día de cada mes, para presentar libros, declamar prosas y poesía, interactuar y hablar de algo más que el absurdo que arropa y asfixia lo cotidiano.
Fue la sala Pedro Mir de la Universidad Autónoma de Santo Domingo escenario de las voces poéticas que presentaron el libro Trascendidas, compilación poética de siete escritoras dominicanas, Nelsy Aldebot, Yenerys Aybar, María Hortensia de la Cruz, Xiomara García, Carolina Luciano, Ekaterina Nikitenko y Berenice Pacheco Salazar, quienes entrelazaron su savia de mujeres sabias en unas páginas, calificadas por la reconocida escritora Sherezada (Chiqui) Vicioso como fruto extraordinario y gran tarea de mujeres “trascendidas”.
Es harto conocido que los temas políticos, de violencia, eleccionarios, sicariatos, frutas y vegetales con moscas nocivas y tantas noticias más, colman los primeras y páginas subsiguientes de los medios de comunicación, por lo que coberturas como esta nutren el espíritu y marcan esa transformación que cada quien lleva a cabo individual y socialmente.
De estas mujeres hay que aprender, de sus sueños, miedos y esa decisión irrevocable de “ser como son”, de renacer mediante la escritura y ojalá puedan multiplicarse instantes como estos, que empoderan, transforman y expanden el espíritu. De seguro, no se hablaría de tantos feminicidios en la nación y la violencia de género también desaparecería. Hasta para esto y más sirve la poesía.
