KISSIMMEE, Florida.- Los Astros de Houston no tienen reservación para el frío sótano del oeste en la Liga Americana, sobre todo considerando las lesiones que han aquejado a su rival del mismo estado, los Vigilantes y los movimientos que hizo la gerencia apuntando a la nueva zafra.
El cuadro de la ciudad espacial viene de una temporada en la cual consiguió mejorar en 19 unidades el renglón de juegos ganados, y sigue el desarrollo sostenido de jóvenes con talento que tienen hambre de triunfo, y de poder mostrar su talento en las mejores vitrinas.
Más allá del récord de victorias y derrotas en 2014, Houston tuvo una razón para que el nombre del equipo sonara en todos los rincones del mundo de la pelota, y es que José Altuve resultó ser el mejor bateador de las Grandes Ligas con un promedio de 341. Por si fuera poco, Altuve se convirtió en el jugador de los Astros con la mayor cantidad de hits en una temporada (225), dejando atrás el nombre de un nuevo inmortal de Cooperstown y una de las referencias históricas de esta franquicia, Craig Biggio. «Para mi es muy importante haber roto un récord que tenía un Salón de la fama de la misma posición que juego yo, y me siento muy contento por él, ya que ahora es un Salón de la fama», dijo Altuve sobre su logro del año anterior.
Durante el receso entre temporadas Altuve volvió a trabajar en la preparación física, como lo hizo antes de la temporada 2014, en la cual dicho trabajo le rindió los mejores frutos. «Hice el mismo programa, traté de trabajar en lo mismo, ya que el año pasado las cosas salieron bien» resaltó el segunda base del cuadro tejano.
Esta organización dependerá en buena medida de lo que pueda hacer Altuve, tanto con el madero como con su guante, cuando ahora tiene la oportunidad de jugar alrededor de segunda base con Jed Lowrie, una pieza que regresó a Houston luego de dos campañas con Oakland, y viene de una temporada en la que cometió 13 errores en 130 juegos.
En las esquinas, ahora los Astros tendrán una cara distinta. El venezolano Luis Valbuena llegó desde Chicago, y sería el titular en la antesala, mientras que Jon Singleton jugaría en la inicial, posición en la que Matt Domínguez está experimentando durante la primavera para ser otra opción del manager A. J. Hinch.
Al hablar de los jardínes, en Houston resalta enseguida el nombre de George Springer, un pelotero que el año anterior conectó 20 jonrones y remolcó 51 carreras en 78 juegos, y que a juicio de varios lanzadores rivales tiene todas las herramientas para convertirse en una estrella de la pelota. Procedente de Toronto llegó Colby Rasmus, quien se fue para la calle en 18 ocasiones durante 104 encuentros en la 2014. Por su parte, Evan Gattis tiene la capacidad de silenciar a muchos con su bate, y debido a esta razón el manager declaró recientemente que tienen que buscarle un lugar en la alineación. Otra carta que podría jugarse el dirigente es el dominicano Jonathan Villar, quien ha visto acción en el jardín central durante la primavera para tratar de ganarse un puesto en el roster de 25 peloteros.
Para el rol de bateador designado el equipo de Houston cuenta con Chris Carter, un jugador con poder, capaz de halar la bola con una fuerza descomunal, aunque viene de una campaña de 182 ponches.
A la hora de analizar la base de este juego, los lanzadores, aparece una debilidad en un equipo donde no hay una rotación que tiene «nombres» importantes, pero si un grupo de pitchers que ahora tienen la oportunidad de exhibirse, y demostrar porque se habla tanto del talento joven de esta organización.
En el grupo que encabeza Dallas Keuchel, quien terminó 2014 con 2.93 de efectividad consiguiendo 12 triunfos, también está el experimentado Scott Feldman, a quien ya vimos en postemporada vistiendo el uniforme de los Rangers.
«Feldman tiene la experiencia que le da equilibrio a esta rotación de lanzadores jóvenes», comentó A. J. Hinch, quien está en su tercera experiencia como manager, luego de haber dirigido al conjunto de Arizona en par de torneos.
La rotación de lanzadores también incluye a Collin McHugh, un pitcher de 27 años que registró 11-9 con efectividad de 2.73 en la campaña previa. Otros nombres a considerar son los de Brett Oberholtzer, Dan Straily y el dominicano Roberto Hernández.
A la hora de repasar el bullpen encontramos buen material en la ciudad espacial. Después de preparar el camino a lanzadores como Heath Bell, Huston Street y Sean Doolittle, Luke Gregerson, quien llega de los Atléticos, puede recibir la oportunidad de convertirse en el cerrador con su nuevo equipo tras una temporada con 2.12 de efectividad. Sin embargo, los Astros también tienen opciones en los brazos de Chad Qualls y Pat Neshek.
El crecimiento continúa en esta organización que luce muy distante de aquel equipo que hace un par de años apenas consiguió 51 victorias, y hoy la quimera de regresar a la postemporada está más viva que nunca en Kissimmee, a escasas millas del lugar donde Walt Disney pronunció su célebre frase «Donde los sueños se hacen realidad».
