París.- La Comisión Europea (CE), fijó hoy nuevos objetivos a Francia para la reducción del déficit hasta los niveles exigidos por las autoridades comunitarias, lo cual implicará la aplicación de más «ajustes».
En 2016, la nación gala deberá ubicar el desbalance en el 3,4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) desde el 3,6 demandado previamente.
Para 2017, año electoral en Francia, el indicador actualmente situado en 4,6 por ciento del PIB, deberá estar por debajo de los tres puntos estipulados.
Hace apenas dos días, la CE anunció que decidió otorgarle a ésta nación europea otros dos años con el fin de que logre las disminuciones.
Francia es el caso más complicado que hemos discutido hoy. Está claro que tiene que acelerar sus esfuerzos tanto en el plano de reformas estructurales como en el fiscal, expresó el miércoles el vicepresidente de la CE para el Euro, Valdis Dombrovskis.
Por ello, espera que el país presente en abril «un programa nacional de reformas ambicioso y más detallado» que contribuya a la reducción.
Según la Comisión, este año el déficit galo se situará en el 4,1 por ciento del PIB, todavía lejos de lo exigido.
A finales de noviembre pasado, la entidad dio a Francia, Italia y Bélgica un plazo hasta marzo de 2015 para que pusieran sus respectivos presupuestos en línea con lo recogido en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la Unión Europea (UE): déficit por debajo de tres por ciento y deuda pública inferior al 60 por ciento del PIB.
Acerca del nivel de endeudamiento galo, expertos señalan que el débil crecimiento de la economía es uno de los elementos que más pesa sobre el incremento de una deuda pública que supera los dos billones (millón de millones) de euros.
En 1974, el débito de la nación era de sólo 12 por ciento del PIB; en 1981 alcanzó el 50 y ahora se acerca al 100 por ciento, según estudios divulgados.
Analistas vinculan la compleja situación del mercado laboral al estancamiento del crecimiento económico como consecuencia de las medidas de austeridad aplicadas en la Eurozona para contener el incremento del déficit y la deuda pública.
Empero, lo cierto es que el Ejecutivo no ha logrado cumplir los objetivos estipulados por la UE. El incremento del desempleo y el deterioro de la confianza de los consumidores, están entre las consecuencias más visibles de las medidas impuestas a la población.
