La vigencia que hoy tiene el ejemplo internacionalista de Máximo Gómez fue destacada en la ciudad de Baní al celebrar en República Dominicana el 120 aniversario del reinicio de la gesta independentista en Cuba.
En un acto de la Fundación que lleva su nombre efectuado en el Centro Cultural Perelló de esa ciudad del sur dominicano los oradores rindieron honores a los organizadores de aquella gesta, el Héroe Nacional cubano, José Martí, y el gran estratega militar Máximo Gómez.
El historiador cubano Carlos Rodríguez Almaguer evocó el minucioso trabajo organizativo de preparación del alzamiento del 24 de febrero que hicieron Martí y Gómez, quienes dejaron claro que la guerra no era sólo de los cubanos sino de toda América y que era una contienda sin odios porque se hacía por amor a Cuba.
En tanto el viceministro de Turismo, Luis Simó, recordó que Gómez, sin asistir jamás a una academia militar fue considerado el Napoleón de las guerrillas, se convirtió en un revolucionario radical y abrazó una utopía que hoy se refleja en el proyecto integracionista latinoamericano.
En el acto, ante los embajadores de la Alianza Bolivariana para de los Pueblos de Nuestra América (ALBA) Carlos de la Nuez (Cuba), Alberto Castellar (Venezuela) y Nelson Artola (Nicaragua), fueron entregados los pergaminos a los fundadores y miembros de Honor de la Fundación.
El profesor Carlos Martínez Soriano fue nombrado presidente de Honor de la Fundación y recibió de manos del embajador de la Nuez, el reconocimiento «La utilidad de la virtud» otorgado por el presidente de la Sociedad Cultural José Martí, Armando Hart.
El presidente de la Fundación Máximo Gómez, Iván Peña, entregó por su parte al Embajador el diploma que acredita al líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz, como miembro de honor de este proyecto que promueve el estudio de la figura del insigne hijo de Baní.
En sus palabras de agradecimiento el embajador cubano dijo que constituye un privilegio para cualquier revolucionario recibir el titulo de miembro fundador que otorga la Fundación Máximo Gómez al líder histórico de la Revolución cubana.
Evocó que la guerra de 1895 marcó el fin del colonialismo español decadente, pero desgraciadamente sirvió de escenario para la intervención norteamericana y no fue hasta el 1 de enero de 1959 con el triunfo de la revolución liderada por Fidel Castro que el pueblo cubano finalmente logra pasar factura a tanta injusticia social.
Dijo que hoy los pueblos de América siguen enfrentados a formas diferentes de injerencismo y puso como ejemplo la guerra económica y mediática a la que está siendo sometida la revolución bolivariana de Venezuela y aseguró que corresponde a todos no permitir que fructifiquen esas amenazas.
