Los ministros de Finanzas de la zona euro acordaron en principio extender por cuatro meses el rescate financiero de Grecia, lo que hizo desaparecer la amenaza inmediata de que este país pueda quedarse sin fondos en marzo y se vea obligado a abandonar la zona euro.
El acuerdo, que debe ser ratificado una vez que los acreedores queden satisfechos con una serie de reformas que Grecia debe presentar la próxima semana, puso fin a semanas de incertidumbre luego de que en Atenas asumió un gobierno de izquierda que prometió poner fin a las medidas de austeridad.
«Hoy dimos un primer paso en el proceso de reconstruir la confianza», dijo en rueda de prensa Jeroen Dijsselbloem, presidente del Eurogrupo. «Hemos vuelto a establecer un terreno común para alcanzar un acuerdo sobre este comunicado», agregó.
El acuerdo, alcanzado tras la tercera reunión de ministros en dos semanas, brinda espacio al Gobierno griego para tratar de negociar con sus acreedores un alivio de deuda a mayor plazo.
Pero también obligó al joven primer ministro Alexis Tsipras a dar marcha atrás respecto a su promesa de poner fin al rescate, terminar la cooperación con la llamada «troika» de acreedores internacionales, y abandonar las medidas de austeridad.
Alemania, el mayor proveedor de fondos de la Unión Europea y principal acreedor de Grecia, había exigido «mejoras significativas» en los compromisos de reformas de parte del nuevo Gobierno griego antes de que se acepte una extensión del financiamiento.
Los dos principales contendientes en la negociación hicieron comentarios radicalmente opuestos sobre el resultado de la reunión.
«Estar en el Gobierno es una cita con la realidad y la realidad no es tan hermosa como nuestros sueños», dijo a periodistas el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schaeuble, quien insistió en que no habrá pagos hasta que el programa de rescate se implemente por completo.
