Los autónomos pagan incluso sin ingresos y los dueños de barcos abonan menos que los marineros.
Según la creencia popular en Europa, los ciudadanos griegos no suelen pagar sus impuestos, una asunción que ha contribuido fuertemente, según la misma creencia, a la triste situación de la economía del país.
La aseveración es verdadera, pero no en su totalidad. Para entender lo que realmente ocurría y ocurre en Grecia, hay que enfocar principalmente dos hechos.
Uno, los contribuyentes de renta baja o mediana tributan mucho, y dos, los ciudadanos de renta alta declaran muy por debajo de sus ingresos reales y pagan impuestos muy bajos o no pagan en absoluto.
Ambas cosas se basan, sin duda, en una Administración tributaria obsoleta e ineficaz, pero también en una mentalidad social que fue acostumbrándose a la evasión fiscal.
