Más apuntes sobre la bahía santiaguera

En el siglo XVI se funda la villa de Santiago de Cuba. La ciudad cumplirá próximamente 500 años. Durante todo este tiempo una bella dama la acompaña: la bahía santiaguera. El Grupo Excelencias le propone algunos apuntes sobre su historia.
 
En Cuba existen más de 20 bahías, encontrándose entre las principales la de Santiago de Cuba, ubicada en la costa sur del país, la cual posee una superficie de 11.9 km² donde se puede encontrar una variada fauna y flora, amén de su belleza natural y paisajística.
 
La bahía de Santiago de Cuba ha sido testigo de las primeras actividades comerciales, expediciones coloniales, ataques de piratas y filibusteros y sirvió de escenario a la guerra hispano-cubano-norteamericana en el año 1898.
 
Ante estas amenazas, se inició la construcción de un sistema de defensa a la entrada del canal de la bahía, la fortaleza San Pedro de la Roca, para dar mayor seguridad y en 1848 se inauguró el faro que sirve de guía a los que llegan por mar a la provincia.
 
A partir del siglo XVI y a través del puerto santiaguero entraron los primeros 300 esclavos, congos, carabalíes y mandingas, los que se convirtieron, mediante el proceso de mestizaje, en parte importante de la formación étnica y cultural de la nación. También para esta fecha partieron las primeras expediciones coloniales hacia México y la Florida.
 
Durante la etapa republicana en la bahía santiaguera las familias adineradas construyeron casas de descanso, en los alrededores de las costas, La Socapa, Ciudamar y  Cayo Smith.
 
Por este importante puerto en 1910, llegaron las piezas de mármol para el mausoleo que se levantó en honor a Carlos Manuel de Céspedes, el Padre de la Patria, en el cementerio Santa Ifigenia.
 
Actualmente, el Puerto Guillermón Moncada, acoge en sus aguas, barcos de gran calado cargados de mercancías, equipos, e inmensos y preciosos cruceros con turistas de diferentes países, deseosos de conocer la tierra caliente, sus calles empinadas, su historia y especialmente, a su gente hospitalaria y heroica.
 
Por otra parte, siempre ha existido todo un muestrario de leyendas de las más variadas categorías, que se refugian en sus ensenadas buscando abrigo y refugio contra los vientos del olvido como son, los rumores sobre la fuerza de sus olas, la indescifrable marea, así como la presencia y profundidad de la Fosa de Bartlett.
 
Pero no solo por todos estos apuntes nuestra bahía santiaguera ha perdurado en la memoria colectiva, sino también, por constituir un paisaje distintivo de la otrora Villa de Santiago de Cuba desde distintas latitudes. Además, es una ventana hacia el Caribe y el lugar idóneo para contemplar una inolvidable puesta de sol.

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