Milicianos vinculados al Estado Islámico se atribuyeron la responsabilidad por una serie de ataques que dejaron al menos 27 personas muertas en el norte de Egipto, en uno de los peores brotes de violencia en meses y después de que un aniversario de la revuelta del 2011 provocara turbulencias.
El Gobierno de Egipto enfrenta una insurgencia islamista con base en el Sinaí y un creciente descontento por lo que sus críticos perciben como tácticas de seguridad muy severas.
Una serie de mensajes en la red social Twitter publicados en la cuenta del grupo islamista «Provincia de Sinaí» reivindicó la responsabilidad de cuatro ataques que ocurrieron en las provincias de Sinaí del Norte y Suéz, a pocas horas de diferencia entre uno y otro durante la noche del jueves.
Ansar Bayt al-Maqdis, el grupo miliciano más activo de Egipto, cambió su nombre a «Provincia de Sinaí» el año pasado después de jurar lealtad al Estado Islámico, el grupo radical suní que ha ocupado partes de Irak y Siria, motivando ataques aéreos liderados por Estados Unidos.
El primer ataque del jueves fue una bomba colocada junto a una base y cuartel general militar y un hotel en la capital de la provincia Sinaí del Norte que dejó 25 personas muertas y a otras 58 heridas, incluidos nueve civiles, dijeron fuentes médicas y de seguridad.
El diario estatal al-Ahram informó que su oficina en la ciudad de Al-Arish, situada frente a los edificios militares, quedó «totalmente destruida», aunque no está claro si también había sido blanco del ataque.
Luego, presuntos milicianos mataron a un mayor del Ejército e hirieron a otras seis personas en un puesto de control en Rafah, hecho que fue seguido por la detonación de una bomba en una carretera en Suéz que mató a un agente de policía y una ofensiva contra un puesto de seguridad al sur de Al-Arish que dejó a cuatro soldados heridos, dijeron fuentes de seguridad.
Milicianos de la región de Sinaí han matado a cientos de agentes de seguridad desde que el presidente Mohamed Mursi de los Hermanos Musulmanes fue removido del poder luego de protestas masivas contra su Gobierno.