Las autoridades municipales de Shanghai, en China, informaron que cuatro funcionarios distritales fueron despedidos tras una estampida el día de Año Nuevo que dejó 36 muertos.
Ningún alto cargo ha sido responsabilizado por los hechos.
Una investigación publicada por el gobierno culpaba a varios altos cargos por la falta de preparación adecuada y la congestión en la zona histórica del río Bund, donde se produjo la avalancha.
El informe también indica que varios oficiales se hallaban en un opulento banquete la noche del desastre, lo que retrasó la respuesta.
