Omega-3: posibles beneficios durante embarazo y lactancia

Omega-3 es una palabra solemos escuchar a menudo cuando hablamos de la alimentación durante el embarazo. Pero, ¿sabes lo que es y cómo podría beneficiarte a ti y a tu bebé? Sigue leyendo y conoce los detalles.

Qué es el Omega-3

Son ácidos grasos poliinsaturados que el cuerpo obtiene de los alimentos, comúnmente conocidos como ácidos grasos esenciales (junto a los Omega-6), debido a que no podrían ser producidos por el cuerpo, sino que deben incorporarse a través de la dieta, señala el sitio de laAsociación Americana del Embarazo.

Antes del embarazo

De acuerdo con la institución mencionada, las mujeres deberían acumular este ácido graso esencial seis meses antes de la concepción, sobre todo en caso de varios embarazos –y más aún si son muy seguidos–, ya que podrían disminuir sus reservas de ácidos grasos Omega-3 y DHA (ácido docosahexaónico).

Durante el embarazo

Los ácidos grasos Omega-3 también representan un aporte esencial para la salud durante la gestación. Tanto la madre como el bebé podrían reportar beneficios con su incorporación, de acuerdo a un estudio publicado en 2008, en la revista científica Reviews in Obstetrics & Gynecology.

Son, además, esenciales para el desarrollo neuronal del feto, e influirían en la duración del embarazo y en el peso del bebé al nacer, señala el estudio.

Sus posibles beneficios, según la Asociación Americana del Embarazo, son:

– Reduciría las probabilidades del bebé de tener alergia.
– Prevendría partos prematuros
– Aumentaría el peso del recién nacido
– Reduciría el riesgo de depresión en la madre

Además, de acuerdo con el sitio de salud WebMD, los bebés cuyas madres incluyen ácidos grasos Omega-3 en su dieta durante el embarazo, tendrían ventajas en su desarrollo temprano, con respecto a aquellos niños a quienes no se les proporciona.

Después del parto

Luego de dar a luz, los ácidos Omega-3 también servirían para generar leche materna, explica la Asociación antes mencionada.

¿Cómo obtenerlos?

Muchas mujeres embarazadas no ingieren cantidades suficientes de Omega-3, porque la fuente más importante, los pescados y mariscos, se limitarían en esta etapa a no más de dos porciones por semana, señala el estudio publicado en Reviews in Obstetrics & Gynecology.

Para obtener los ácidos grasos, las embarazadas deberían consumir aceites vegetales, dos porciones de pescado –bajo en mercurio– y suplementos (de aceite de pescado o DHA), apuntan los autores de la investigación.
Finalmente, recuerda consultar siempre a tu médico antes de incorporar Omega-3 en tu dieta, o si tienes dudas sobre tu salud o la de tu bebé.

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