Guadalajara, Jalisco.- El primer reto para el año de McLaren-Honda ocurre antes de iniciarse la temporada de Fórmula Uno. Según el diario deportivo español AS, la Federación Internacional de Automovilismo acaba de informar a las escuderías de que los proveedores de motores podrán evolucionarlo a lo largo de 2015 a causa de una laguna en la redacción del reglamento técnico que entró en vigor el pasado año.
Sin embargo, la marca japonesa no podrá beneficiarse de ello ya que al incorporarse el Mundial tendrá que homologar su unidad de potencia definitiva antes del próximo 28 de febrero.
En reunión de la comisión técnica de la FIA previa a la Navidad, los técnicos federativos han debido reconocer “laguna legal” y admitir que nada menos que 32 piezas de la unidad de potencia (prácticamente la mitad de las que monta) podrán ser modificadas a lo largo de la campaña. Es decir, las limitaciones que se impusieron para bajar costos dejan de tener sentido y los proveedores podrán mejorar sus motores durante todo el año.
Sin embargo, las ventajas de esta nueva situación quedan vetadas para Honda. Al ser un constructor que se incorpora al campeonato, la FIA considera que debe hacerlo en las mismas condiciones que sus rivales el pasado año: homologando un motor antes del 28 de febrero y sin posibilidad de modificarlo ya a partir de ese instante.
Ferrari y McLaren pierden 30 millones con la quiebra de Marussia
La bancarrota de la escudería de Fórmula Uno Marussia puede ocasionar 21 millones de euros en pérdidas a Ferrari(21 millones de euros) y nueve millones de euros a McLaren, reveló el diario británico “The Sunday Telegraph”.
A partir documentos de la asesoría financiera británica FRP Advisory, el periódico señala que tanto el nuevo equipo del piloto español Fernando Alonso como su anterior escudería están entre los cerca de 200 acreedores de Marussia.
La división de inversiones del banco británico parcialmente nacionalizado Lloyds, Lloyds Development Capital (LDC), reclama por su parte 12.7 millones de euros de la liquidación de la escudería.
La firma italiana proveía motores a los automóviles de Marussia, mientras que la británica le facturó servicios de ingeniería.
El equipo ruso de Fórmula Uno se constituyó en 2010 gracias a los fondos aportados por LDC, que se convirtió en su mayor accionista, pero se declaró en quiebra el pasado octubre tras cuatro años de resultados deportivos grises, en los que sus pilotos tan solo lograron sumar dos puntos en el mundial.
El equipo comenzó a tocar fondo en diciembre de 2013, cuando declaró unas pérdidas netas de 14 millones de euros a pesar de registrar unos ingresos de 77.7 millones de euros.