Que 2015 haya iniciado sus días con la decisión del presidente Danilo Medina de declararlo como “Año de la Atención Integral a la Primera Infancia”, mediante el decreto 498-14, resulta satisfactorio, sin duda alguna. Se trata de atender esos primeros años de vida, decisivos e irremplazables en cada ser humano, y pensar en una propuesta del Gobierno para construir “un modelo de atención integral, centrado en la familia y la comunidad, desde una perspectiva de derecho y con énfasis en la prevención de riesgos en la infancia”; lo cual significa, al menos, un paso para enfrentar esta triste realidad dominicana de ver cómo menores, adolescentes y jóvenes delinquen y cometen hechos realmente deplorables.
Y si bien el Presidente de la República enfoca esta primera infancia como de vital importancia en el desarrollo neurológico, biológico, psicológico y social de las personas, y aun cuando esas acciones deben afianzarse cuanto antes, son los padres de familias, tutores y personas responsables en general, quienes deben apoyar con todas sus fuerzas este proyecto, al cual deben acompañar leyes recrudecidas para quienes manipulan y utilizan a la niñez en fechorías y actos deleznables. En verdad, se trata de un buen comienzo, del que veremos cómo avanzará y si realmente logra disminuir el número de niños y niñas delincuentes y lo que es más aun importante, que pensemos en un mañana mejor para el país, porque definitivamente, ellos son el futuro, ¿o no?
