París Otro suceso violento oscurece hoy el panorama francés, en el que las noticias de heridos se suceden desde hace varias jornadas y parecieran ser los tristes protagonistas de los días finales del año.
Según informes policiales, 11 personas resultaron heridas la noche de este lunes en la ciudad de Nantes (oeste del país) cuando un hombre en una camioneta se abalanzó contra un mercado.
Al parecer el autor es un individuo de 37 años, con antecedentes por robos y degradación de vehículos. La fiscalía de dicha localidad aseguró que fue un acto aislado y descartó que se tratara de un acto terrorista.
El ministro de Interior, Bernard Cazeneuve, lo calificó como un suceso protagonizado por un desequilibrado.
El hecho estuvo antecedido por otros dos en el que varias personas también resultaron perjudicadas.
Un automovilista atropelló a transeúntes el domingo por la noche en el ciudad Dijon (centro del país) gritando «Alá es grande» en árabe, lo cual causó al menos una decena de heridos.
La fiscalía precisó que el conductor del coche sufre de una patología psiquiátrica grave desde hace tiempo y descartó que haya llevado a cabo un «acto terrorista».
También el pasado sábado ocurrió un ataque a una comisaría de otra localidad del centro de la nación (Joué-lÿs-Tours), cuando un individuo, vociferando la misma frase, lesionó a tres policías con cuchillo antes de ser abatido.
Tras los eventos, el presidente francés François Hollande pidió al primer ministro Manuel Valls la organización de una reunión ministerial para realizar un análisis y movilizar los servicios del Estado.
Valls manifestó su preocupación ante lo que llamó «sucesión de dramas» y añadió que la justicia trabajará para esclarecerlos.
El riesgo de ataques islamistas en esta nación europea, sobre todo por parte de yihadistas retornados de Siria o individuos aislados auto radicalizados, se torna muy en serio para los franceses, opinan expertos.
