Puerto Príncipe.- La oposición radical opuesta a negociar con el presidente Michel Martelly desestimó el nombramiento de Florence Duperval Guillaume como primera ministra interina de Haití.
Evitó referirse a ella el coordinador del Movimiento Patriótico de la Oposición Democrática (MoPod), André Víctor, para quien lo necesario es solucionar los problemas estructurales y económicos de la nación.
Duperval asume el cargo a partir del lunes por 30 días hasta que sea nombrado el sustituto de Laurent Lamothe, quien renunció el 14 de diciembre atendiendo a recomendaciones de una Comisión Consultiva.
La primera ministra interina no tendrá margen de maniobra para nombrar cargos ni firmar contratos, y solo puede liquidar asuntos pendientes actuales, explicó el portavoz presidencial, Lucien Jura.
Duperval se desempeñó como ministra de Salud desde 2011 y dirigió la lucha contra la epidemia de cólera que afectó a 708 mil 425 personas y provocó ocho mil 621 muertes de octubre de 2010 hasta la fecha.
En tanto el jefe de Estado haitiano presentó a la sociedad civil y los partidos políticos opositores con quienes dialoga los candidatos al cargo de Primer Ministro para que seleccionen uno.
Jura dijo que hay cinco propuestas: los ministros Duly Brutus (Canciller), Laleau Wilson (Comercio) y Charles Jean Jacques (Asuntos Sociales) y dos líderes moderados: Jude Hervé Day y Evans Paul.
Esos nombres ya son conocidos por los líderes de Inité (Unidad), Fusión, Kontra Pep Lá y Haitianos por Haití, cuatro de los seis partidos más radicales de la oposición haitiana, que dialogan con Martelly.
La Presidencia no tendría preferencia, según Jura, para quien cualquiera de esos ciudadanos propuestos puede desempeñar un papel que contribuya a generar un clima de estabilidad política.
El escogido para sustituir a Lamothe deberá ser refrendado por el Parlamento (bicameral), de mayoría opositora, y sólo después será nombrado por Martelly.
Ese procedimiento cumple con las recomendaciones de la Comisión Consultiva creada para ayudar al presidente a superar la crisis política generada por el retardo en celebrar elecciones.
Desde hace más de tres años discrepancias entre el Ejecutivo y el Legislativo impiden efectuar comicios para elegir 20 senadores, 112 diputados, 140 autoridades municipales y mil 140 asambleístas y representantes comunales.
En marzo último, con la mediación de la Iglesia Católica, se firmó un pacto nacional entre el Poder Ejecutivo, el Parlamento y los partidos políticos, pero fue rechazado por seis senadores y opositores radicales.
De ellos, el MoPod y la llamada Mesa de Concertación de los partidos políticos, siguen rechazando cualquier opción de negociación y anuncian protestas «hasta lograr la renuncia del jefe de Estado».
También trascendió que 38 personas, consideradas por la oposición como «presos políticos», fueron liberadas en los últimos días por la justicia en cumplimiento de recomendaciones de la Comisión Consultiva para calmar los ánimos y fomentar la estabilidad.
