El Banco Central de la República Dominicana (BCRD), con la intención de contribuir al debate de temas coyunturales que tienen repercusión sobre el diseño y ejecución de la política monetaria, presenta a la consideración de los agentes económicos y el público en general, un análisis sobre el impacto que podría tener el comportamiento reciente de los precios del petróleo en los mercados internacionales y en la economía dominicana, particularmente en las cuentas fiscales y externas.
Como expresó el gobernador del BC, Héctor Valdéz Albizu, en su discurso en ocasión del 67 aniversario de la entidad, en el mes de octubre. La publicación del Fondo Monetario Internacional Perspectivas de la Economía Mundial (WEO, por sus siglas en inglés), proyectaba un precio promedio del barril de petróleo de US$84 para 2015, lo que permitiría un ahorro de divisas en torno a US$600 millones en la economía dominicana.
Luego de las declaraciones del Gobernador, el FMI revisó su proyección de precio promedio del petróleo a US$72 el barril, incrementando el potencial ahorro de divisas para la economía dominicana por encima de los US$1,200 millones para el año entrante.
Aunque es indudable el impacto positivo que tiene la baja de los precios del petróleo sobre la economía, llama la atención que algunos economistas, periodistas y funcionarios públicos se han referido a la posibilidad de que estos beneficios se vean sensiblemente afectados por la pérdida de “cuantiosos ingresos fiscales” como resultado de menores recaudaciones en los impuestos a los hidrocarburos.
Dada la importancia que esto reviste para el diseño de política monetaria, el Departamento de Programación Monetaria y Estudios Económicos realizó un análisis sobre el potencial impacto de la baja en los precios del petróleo en las recaudaciones del gobierno para el año próximo. Este artículo contiene los principales resultados que se derivan de dicha investigación.
El precio internacional del petróleo West Texas Intermediate (WTI) ha presentado una caída de aproximadamente 40% desde junio, situándose en su nivel más bajo de los últimos cinco años en torno a los US$55 por barril. Existe consenso de que los principales factores que han influido en este comportamiento son: una mayor oferta de crudo provenientes de países como Libia e Irak; la reciente decisión de los Estados Unidos de América de exportar petróleo, luego de lograr una mayor producción del crudo mediante el uso de nuevas técnicas de extracción; y la ralentización de las economías emergentes más grandes, particularmente China, el segundo mayor demandante de crudo en los mercados mundiales.
Ante esta situación, los mercados han comenzado a internalizar que la baja en los precios del petróleo podría mantenerse por los próximos dos años.
En efecto, como país importador de petróleo, República Dominicana (RD) obtendría múltiples beneficios de una reducción sostenible de precios. La ganancia más obvia es la continua mejoría de su cuenta corriente de la balanza de pagos, precisamente en un momento en que los fundamentos macroeconómicos se han fortalecido y el déficit se ha corregido en más de la mitad en un periodo de cuatro años, pasando de 7.5% del PIB en 2010 a 3.5% del PIB estimado en 2014.
Al cierre de noviembre el precio del petróleo WTI estaba por debajo de US$70 el barril. De mantenerse a este nivel, el déficit de cuenta corriente de RD sería menor a 2.5% del PIB en 2015. En adición a su impacto en la cuenta corriente, menores precios del petróleo reducirían la demanda de divisas en el mercado, facilitando la acumulación de reservas internacionales en un entorno donde el crecimiento de la demanda interna permitiría absorber mayores volúmenes de liquidez sin presionar los precios.
Ahora bien, si la reducción en los precios del petróleo se tradujera en un mayor déficit fiscal a través de la merma en las recaudaciones como han argumentado algunos analistas en los medios de comunicación, el Banco Central podría verse en la necesidad de realizar cambios en su postura de política monetaria para mantener la inflación dentro de la meta en el horizonte de política. De ahí que se ha considerado importante realizar un análisis más profundo por el lado fiscal de los efectos de la caída del precio del petróleo sobre las recaudaciones.
