La Navidad es sin dudas la época más especial y esperada del año, donde nuestros sentimientos están a flor de piel y la sociedad nos otorga el permiso de expresarlos mediante detalles, caricias y palabras amables sin ser tildados de cursi o ridículos.
Además, la Navidad es la mejor excusa para celebrar, hacer un bonche o una juntadera, sin necesidad de que alguien cumpla años o sin un motivo aparente, solo por el hecho de que llegó diciembre y ya es suficiente.
Esta época también es tiempo de regalos, niños, alegría, familia y para dejarse llevar por el sentido de la solidaridad, la comprensión, reconciliación y el perdón.
Como su origen lo indica Navidad significa nacimiento, lo cual también es un momento propicio para renacer, cerrar ciclos, soltar el pasado, dejar atrás la preocupación por el futuro, vivir el presente, perdonar y pedir perdón, invocar a la felicidad y compartir con los demás todo lo bueno que tenemos.
Propiciar que esta festividad sea perfecta para reunirse con los suyos y compartir momentos de calidad. Evitar por todo los medios el enfrentamiento y las discusiones que pueden generar situaciones adversas a esta temporada, como los tapones, las largas filas para pagar en las tiendas o supermercados, la rapidez con que las personas se mueven en las calles y sobre todo los recuerdos tristes o reclamos. La Navidad no es sinónimo de nostalgia, es más bien de alegría y esperanza por lo bueno que pronto llegará.
Asimismo, es preciso buscar un espacio para la reflexión, no con el fin de culparte por las metas incumplidas, ni presionarte, sino para que aclare las áreas que debes mejorar o cambiar y para encontrar la forma de transformar tus debilidades en fortaleza.
Si tratamos de llevar a cabo todos estos consejos, seguro que hemos descubierto el verdadero significado de la Navidad o pascua como se conoce popularmente.
