La guerrilla colombiana de las FARC denunció que la liberación de un general del Ejército capturado hace una semana con dos acompañantes está en riesgo y podría retrasarse debido a las intensas operaciones militares en una zona selvática en donde se encuentran los rehenes.
La liberación es una condición que puso el presidente, Juan Manuel Santos, para la continuidad de la negociación de paz que busca poner fin a un conflicto armado de medio siglo.
El mandatario suspendió el proceso de paz después de la captura del general Rubén Darío Alzate, un suboficial y una abogada hace una semana en una zona selvática del departamento del Chocó.
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) dijeron en un comunicado que en la zona en donde permanece Alzate se registran desembarcos de tropas, bombardeos, sobrevuelos de aeronaves de inteligencia y medidas que restringen el movimiento de la población civil.
«Mientras esta situación no sea modificada sería improbable tener de regreso a la libertad en la próxima semana al general Alzate y a sus acompañantes», precisó el grupo rebelde.
Por su parte, el Ministerio de Defensa informó que el sábado firmó un protocolo con el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) -que está a cargo de la logística para recibir a los rehenes- el cual establece la suspensión de operaciones de las Fuerzas Armadas por un tiempo determinado para la liberación de los rehenes.
Pero el ministerio precisó que en el protocolo «en ningún momento se establece el despeje de áreas geográficas del territorio nacional por parte de la Fuerzas Armadas».
COORDENADAS PARCIALES Pese a que Santos dijo el sábado que tiene en su poder las coordenadas de los sitios en donde se producirán las entregas de los rehenes, el Ministerio de Defensa precisó que hasta ahora sólo se han recibido las relacionadas con la liberación de los soldados Paulo César Rivera y Jonathan Andrés Díaz.
