Un informe presentado este miércoles por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), revela que casi la mitad de las mujeres de la región (47,7 %) que trabajan remuneradamente lo hacen en empleos de baja productividad y con escasa protección social como empleadas domésticas, por cuenta propia y en empresas de hasta cinco obreros.
El documento también resalta que en promedio, la tasa de actividad económica femenina en América Latina asciende solo al 49,8%, y una de cada tres no cuenta con ingresos propios. Asimismo, el tiempo que dedican al trabajo no recompensado económicamente es el doble del que disponen los hombres a ese tipo de tareas.
“La sobrecarga de trabajo no pagado merma la participación de las mujeres en la toma de decisiones, el avance de sus carreras y sus posibilidades ocupacionales, lo que a su vez reduce sus ingresos y sus perspectivas de acceso a protección social”, señala el estudio.
La investigación fue mostrada por la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, durante un evento llevado a cabo en Santiago, Chile, donde también intervinieron la ministra de la Mujer de República Dominicana y presidenta de la mesa directiva de la Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, Alejandrina Germán; además, la oficial a cargo del Buró de Política y Programas de la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU-Mujeres), Gülden Türköz-Cosslett.
La actividad contó con la presencia de la presidenta de Chile, Michel Bachelet, quien manifestó que en 20 años se han registrado, en muchos aspectos, avances significativos para las féminas, pero también existen rezagos, diferencias regionales y dificultades en áreas relevantes, producto del surgimiento de nuevas formas de discriminación. “Esto nos llama a redoblar nuestros esfuerzos”, sostuvo.
La mandataria comentó algunas de las medidas tomadas por su Gobierno para eliminar las brechas de género, mencionando, por ejemplo, que las mujeres en Chile tienen una representación de solo 16 % en ambas Cámaras del Parlamento, comparado con el promedio regional que alcanza el 26 %.
En tanto que la secretaria ejecutiva Alicia Bárcena hizo un llamado a los gobiernos y a la sociedad civil para que unan esfuerzos, a fin de evitar retrocesos, especialmente en momentos que urge transversalizar la perspectiva de género en la agenda de desarrollo post-2015.
“En estos 20 años no se ha modificado la estructura del mercado laboral y a la luz de los datos sobre distribución del tiempo entre mujeres y hombres, los costos de la participación laboral han sido asumidos de manera individual por estas. Se trata, enfatizó, de fortalecer los caminos de autonomía económica de las mujeres, así como de consolidar las conquistas en la independencia física y en la toma de decisiones”, dijo la funcionaria de la Cepal.
De igual forma, la ministra de la Mujer en República Dominicana, Alejandrina Germán, también pidió continuar avanzando y promoviendo la incorporación de la agenda de las mujeres en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (que reemplazarán a partir de 2015 a los Objetivos de Desarrollo del Milenio) para lograr la autonomía de las mujeres y la igualdad plena entre ambos géneros en los planos económico, social, político y cultural.
Por su parte, Gülden Türköz-Cosslett, de ONU-Mujeres, confió en que el encuentro realizado en la capital chilena le permitirá a la región llegar al quincuagésimo noveno período de sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (programado del 9 al 20 de marzo de 2015 en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York) con puntos de vista compartidos y articulados, y mensajes y demandas poderosas. “Al igual que en años anteriores, contamos con el liderazgo constructivo de América Latina y el Caribe”, apuntó.
