Francia e Italia renovaron el viernes su compromiso para reformar sus economías, con la esperanza de ganar más tiempo y poder ordenar sus finanzas públicas, pero el presidente del Banco Central Europeo advirtió que era necesario hacer más para evitar «una recaída en la recesión».
Después de que la recuperación del bloque se estancara en el segundo trimestre, Francia e Italia quieren alejarse del enfoque en los recortes de gastos que marcaron la respuesta de la zona euro a la crisis del 2011 y el 2012. Alemania sostiene que la disciplina sobre la deuda debe continuar.
Sentados en torno a una gran mesa oval, el presidente del BCE, Mario Draghi, dijo a los líderes de la zona euro que era necesario hacer más.
«Hemos evitado el colapso del euro con un esfuerzo conjunto. Ahora nuestro foco debe ser actuar juntos nuevamente para eludir una recaída en recesión», dijo Draghi, de acuerdo a su portavoz. «La esperanza no es una estrategia», sostuvo.
Señaló que una estrategia coherente sobre el crecimiento económico tenía que involucrar reformas estructurales «concretas y creíbles».
Tras referirse a una estrategia de cuatro puntos, Draghi destacó que la política monetaria era sólo una parte del plan para reactivar la economía, indicando que además se requiere aplicar reformas, sanear las finanzas públicas e impulsar a los bancos del bloque que atraviesen problemas de solvencia.
Pero pese a las firmes palabras de Draghi, la cumbre dejó en evidencia que la zona euro tiene sólo algunas medidas para reducir el desempleo situado cerca de niveles récord, dejando al bloque en busca de miles de millones de dólares para inversión que Alemania desea provengan del sector privado.
Merkel dijo que ningún país con una deuda nacional mayor a la de su producción económica debería seguir tomando créditos, de acuerdo a diplomáticos.