La revolución ética y moral emprendida por el presidente de la Cámara de Diputados, Abel Martínez Durán, durante las dos últimas sesiones; es decir, martes 14 y martes 21 de octubre del año en curso, cuando decidió de forma inmediata eliminar, mediante decisión administrativa, el Fondo de Gestión Social que recibe cada legislador, por un monto de 50 mil pesos mensual, denominado popularmente “barrilito”, y otros RD$75 millones para compras de juguetes en el mes de enero, no ha sido bien acogida por muchos.
Martínez Durán ofreció una extensa explicación a sus homólogos, a quienes les indicó que esos recursos están consignados en el presupuesto del órgano legislativo y por lo tanto los fondos correspondientes a los meses de noviembre y diciembre serán distribuidos a los hospitales y centros de salud reconocidos por su credibilidad, manejo transparente de los recursos asignados y servicios a la población más pobre: “Hoy queridos colegas, diputados y diputadas, no les voy a pedir que entiendan mi decisión, si no que me apoyen”, recalcó Martínez.
Pero, a pesar de la exposición del presidente de la cámara baja, muchos honorables congresistas salieron del hemiciclo como “alma que lleva el diablo” y murmurando por los pasillos aspectos contrarios a la disposición, y lo que les podría costar políticamente esta en sus demarcaciones.
El legislador por Santiago de Los Caballeros dijo que igual destino tendrán los recursos consignados en el Presupuesto General del Estado de 2015, para el “barrilito” de la Cámara de Diputados y cuyo monto aproximado es de 100 millones de pesos.
Otro golpe
Durante el final de la sesión del 21 de octubre, Abel Martínez volvió a dejar a los parlamentarios con “la boca abierta y muchos con ganas de llorar”, cuando solicitó un turno, a fin de informar que también puso a disposición del Poder Ejecutivo los recursos que ese poder del Estado destinaba a la compra de juguetes, para la celebración del “Día de los Santos Reyes”.
Explicó que unos 75 millones de pesos están consignados en el presupuesto para 2015 y solicitará al Presidente de la República que sean destinados a hospitales: “Tal como hicimos con los recursos del Fondo de Gestión Social, de 114 millones de pesos, le informaremos nuestra decisión a Danilo Medina y a la Comisión Bicameral que estudia el Proyecto de Presupuesto General del Estado para 2015, que se reasignen los 75 millones que se contemplan para la compra de juguetes, con el fin de que sean destinados a los hospitales”, manifestó Abel Martínez.
Respuestas
Algunos honorables no aguantaron más, y decidieron expresar lo que sentían y creían de la medida asumida por el presidente del hemiciclo, catalogándolas algunos como populistas y politiqueras.
El diputado por la provincia La Vega, Aridio Vásquez, valoró como positiva la decisión de eliminar el “barrilito, pero consideró que la medida debió haberse consensuado.
Mientras que Elpidio Infante, por el Partido Revolucionario Moderno (PRM), calificó la eliminación de los fondos para asistencia social, denominado barrilito, entregados a los congresistas, como una jugada política y populista.
“El fallo responde a una actitud populista, puesto que Martínez busca favores políticos, porque ya no seguirá en el Congreso, e irá tras otra función en el gobierno, como la vicepresidencia de la República”, apuntó.
En tanto que el también diputado por el PRM, José Santana, expresó que Martínez no puede transferir los fondos de ese organismo, los cuales están consignados en el Presupuesto de un programa a otro de manera administrativa, la cual beneficia a la gente.
“Dice que son 75 millones de pesos para juguetes, pero la proporcionalidad que nos dan no suma 300 mil pesos, pues los diputados solo reciben RD$75 mil, que no da para nada; la mayoría de los legisladores tiene que aportar una mayor cantidad para distribuirlos”, explicó Santana.
De igual manera, Ruddy González, vocero de los diputados del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), expuso que la medida adoptada no va a prosperar: “Si viene la Cámara de Cuentas a hacer una auditoría y falta ese dinero, entonces qué va pasar, va a haber un problema que no conciliará lo gastado con lo asignado”, adujo.
“No es posible lo que está haciendo el presidente de la cámara baja, porque no ha consultado a nadie, hay una irritación entre los legisladores y ustedes saben que eso se está revirtiendo, por tratarse de una medida politiquera”, expresó González .
De su lado, Vinicio Castillo Semán, congresista por la Fuerza Nacional Progresista (FNP), apuntó que nunca ha hecho uso de los recursos del barrilito, y agregó que desde su llegada a la Cámara envió una carta al presidente del organismo para que este dinero sea donado al Patronato de Ciegos: “No estoy de acuerdo con la satanización mediática que se ha hecho con el barrilito, siempre y cuando se haya utilizado para ayudar a las personas más necesitadas del país”, aseveró Castillo Semán .
Por otro lado, el legislador Juan Hubieres saludó las medidas adoptadas en las dos últimas semanas por el presidente de la Cámara de Diputados, de eliminar el Fondo de Gestión Social, y la compra de los juguetes en enero; sin embargo, manifestó que se debe de ir más lejos y abolir los 430 mil pesos en bonos y los 400 mil pesos en efectivo que se les entregan a los congresistas en diciembre, los cuales rondarían los 200 millones de pesos, que también podrían ir al sistema de salud.
Sociedad civil
La Fundación Institucionalidad y Justicia (Finjus) saludó la iniciativa de Abel Martínez. Servio Tulio Castaños Guzmán, vicepresidente ejecutivo de la entidad, considera que la medida debe extenderse al Senado de la República y otras instituciones del Estado: “Lo primero es que esta iniciativa hay que verla como un punto de partida, hay que felicitar esa disposición”.
De igual manera se pronunció la Alianza Dominicana Contra la Corrupción (Adocco), quien respaldó la decisión de prohibir en lo inmediato la entrega de fondos de asistencia social a los diputados.
Al mismo tiempo, solicitó a la presidenta del Senado de la República, Cristina Lizardo, que imite la acción de su colega y prohíba el fondo social asignado a los senadores, cuya cantidad recibida por ellos suma millones de pesos que podrían ser invertidos en la salud de miles de ciudadanos.
Lo que se puede decir es que para la próxima sesión del martes 28 del presente mes, muchos congresistas irán al hemiciclo con sus pastillas para controlar la presión arterial, ya que existen fuertes rumores acerca de que continuará la eliminación de otros privilegios.
