El expresidente panameño Ricardo Martinelli afirmó ser víctima de espionaje telefónico lo cual lo convierte en perseguido político y criticó la actuación de su sucesor, Juan Carlos Varela, quien hoy lo desmintió.
Martinelli se reunió ayer con parte de sus exministros para tratar temas de actualidad, según dijo, incluido el llamado a la Asamblea a la contralora y exempleada suya Gioconda Torres de Bianchini, lo cual calificó de circo.
Anunció que próximamente denunciará a Varela por escuchar sus comunicaciones personales, y lo criticó porque, dijo, no sabe lo que hace pues su gobierno está a paso de tortuga, la economía está paralizada, no despega, y lo único que hay es una persecución política.
Varela respondió que «es mejor ir caminando seguro que andar tropezando por ahí con el pueblo, estoy enfocado en el futuro, el expresidente es pasado», y desmintió las denuncias de «pinchazos» y persecuciones.
Un periodista le recordó a Martinelli que a principios de su gobierno unos cables filtrados por Wikileaks informaron sobre la preocupación de la entonces embajadora estadounidense Bárbara Stephenson por su supuesta intención de utilizar el programa de escuchas «Matador» para espiar a sus enemigos.
Pero el expresidente no dio explicaciones aunque sus voceros aludieron a una supuesta mala relación con la exembajadora.
Tampoco habló del asilo a la exjefa de inteligencia de Colombia María del Pilar Hurtado, prófuga de la justicia precisamente por espionaje telefónico.
Martinelli le concedió asilo en 2010 a pesar de que era una delincuente común que espió telefónicamente a más de 300 políticos, diputados y periodistas, por lo cual este año la Corte Suprema de Justicia de Panamá declaró inconstitucional el asilo.
El perseguido soy yo, el que está siendo pinchado soy yo. Me tienen totalmente pinchado y se los voy a demostrar, recalcó a los periodistas quienes están ahora a la espera de las anunciadas pruebas.
