Las pérdidas en créditos al imperio empresarial de su familia fundadora no pondrán a Banco Espírito Santo (BES) en riesgo de que se quede sin suficiente capital, dijo el banco el jueves por la noche.
La operación de las acciones de uno de los mayores bancos de Portugal que cotiza en bolsa fue suspendida el jueves tras llegar a caer un 19 por ciento ante el temor de que su exposición a las compañías del grupo controlado por el clan Espírito Santo.
El nerviosismo causado en los mercados por la crisis del banco portugués afectó a la evolución bursátil de prestamistas de otros países de la periferia de la zona euro, al tiempo que subían los tipos de interés de la deuda lusa en los mercados.
En un comunicado remitido a última hora de la noche del jueves que allanaba el terreno para que las acciones del banco volvieran a cotizar el viernes, BES trató de calmar una situación delicada.
«El Comité Ejecutivo de BES cree que las pérdidas potenciales derivadas de la exposición a Espírito Santo Group no comprometen el cumplimiento de los requisitos regulatorios de capital», dijo el banco, que añadió que tenía 2.100 millones de euros de capital extra más allá de los mínimos regulatorios, según datos del 31 de marzo.
Este colchón incluye los 1.045 millones de euros captados a través de una ampliación de capital en junio, una operación que hizo que la familia Espírito Santo perdiera el control del banco y su patriarca, Ricardo Espírito Santo Salgado, dejara la dirección de la entidad.
