Para muchos Tony Blair es simplemente el hombre que decidió llevar a Reino Unido a una guerra que tenía poca justificación. Un ataque, que se apoyaba en la supuesta existencia de unas armas de destrucción masiva en Irak que nunca llegaron a aparecer. La coalición de varios países, liderada por Estados Unidos y con la presencia de España, derrocó a Sadam Husein y teóricamente pacificó el país.
Sin embargo, hoy en día la situación se ha descontrolado con el rápido y violento avance del ISIS, que ha autoproclamado el califato dejando tras de sí un camino de sangre y dolor. Hay quien culpa a la coalición de provocar esta situación, habida cuenta de que la razón principal para empezar el conflicto –las armas- era mentira. Las últimas palabras de Blair sobre el asunto muestran que no solo no está arrepentido de llevar a su país a la guerra, sino que además sigue pensando que hizo lo correcto.
“La intervención (en otros países) es dura, la intervención parcial, como en Libia, es dura, y la no intervención, como en Siria, es dura también. Así que en lugar de volver a posturas de hace 11 años, vamos a trabajar en lo que hacemos ahora. Solo quiero recordarle a la gente que la razón por la que Sadam y las armas de destrucción masiva eran un problema es porque las usó. Es decir, él mató a cientos de miles de personas con armas químicas”, aseguró en una entrevista de la periodista Katie Couric en Yahoo Estados Unidos.
El ex primer ministro británico recuerda las armas químicas de Husein, pero calla sobre cuándo fueron usadas. La realidad es que Irak utilizó gas mostaza y gas sarín durante la guerra que enfrentó al país con Irán en 1988. Tampoco habla de la pasividad estadounidense para impedirlo. De hecho, los informes de la CIA desclasificados recientemente muestran que Reagan lo sabía y que aún así no quiso hacer nada para detenerlo.
Los kurdos que vivían en el país iraquí también sufrieron los brutales ataques del dictador. En el bombardeo de Halabja, una pequeña ciudad muy cerca de Irán, el primo de Husein, el conocido como ‘Alí el Químico’ utilizó armas químicas contra sus habitantes, concretamente gas mostaza y gas nervioso. Como en el caso anterior, no hubo represalias de la comunidad internacional ni intentos por evitarlo.
Blair insiste en todos los crímenes que Sadam cometió – que fueron pasados por alto por la comunidad internacional- y cree que aunque el presidente iraquí siguiese en el poder, la inestabilidad y los conflictos en el país hubiesen sido iguales.
“Me puedo disculpar por muchas cosas, pero honestamente no puedo decir que me arrepienta de derrocar a Sadam. Lo he dicho muchas veces. Creo que lo importante es darse cuenta de la enorme cantidad de personas que fueron asesinadas en Irak y otras por el mismo terrorismo contra el que luchamos hoy”, insistió.
Y por si alguien todavía piensa que Blair tiene alguna duda sobre la idoneidad y necesidad de atacar Irak, con su última respuesta a Couric lo deja claro.
“Si me preguntas si realmente pienso que el mundo sería mejor si hubiésemos dejado a Sadam y sus dos hijos en Irak te digo que no. Cuando tomas una decisión de estas consecuencias no vuelves a darle vueltas una y otra vez en tu cabeza. Por supuesto que no he cambiado de opinión”, zanjó sobre su participación en el conflicto.
Respecto a la situación actual en el país y el auge del ISIS, el político británico muestra su preocupación.
“Están preparados para matar sin compasión y morir sin dudarlo, esto les hace un enemigo duro contra el que luchar”.
Dejando atrás Irak, Blair, que en la actualidad ejerce de representante del Cuarteto de Paz para Oriente Próximo, quiso dar su opinión sobre el aumento de las tensiones entre Israel y Palestina tras el asesinato de tres adolescentes israelíes. Culpa a Hamas de las malas relaciones y pide consenso.
“No hay una solución al conflicto entre árabes y palestinos sin Hamas cambiando su postura. Es su elección, pero si no quieren, hay que encontrar una manera de seguir adelante con el proceso sin ellos”, afirmó.
Finalmente, el ex primer ministro británico analizó las opciones que puede tener Hillary Clinton si decide participar en la carrera por alcanzar la Casa Blanca.
“Hizo un gran trabajo como secretaria de Estado. Era muy respetada. La manera en la que interactuó con los líderes en el extranjero en situaciones duras y difíciles fue fabulosa”, concluyó.
