Las potencias occidentales advirtieron a Rusia que podrían imponer nuevas sanciones si no hace más para desactivar el conflicto en el este de Ucrania, en momentos en que el cese al fuego pactado entre los rebeldes rusoparlantes y fuerzas del Gobierno parece estar tambaleando.
La Cámara alta del Parlamento ruso cumplió un pedido del presidente Vladimir Putin de rescindir el derecho a invadir Ucrania en defensa de los rusófonos, que le había sido otorgado en marzo.
Sin embargo, un legislador dijo que el poder podría ser restaurado rápidamente si fuera requerido y Gobiernos occidentales indicaron que juzgarían a Rusia por los avances en poner fin a los enfrentamientos en el este de Ucrania.
El martes, menos de 24 horas después de que un cese al fuego bilateral fuera acordado, los rebeldes derribaron un helicóptero militar ucraniano, provocando la muerte de todos a bordo.
Esto llevó al presidente ucraniano, Petro Poroshenko, a pedirles a sus soldados que respondan en caso de ser atacados.
Un portavoz ucraniano dijo que los rebeldes habían violado el cese al fuego 44 veces desde el lunes.
Moscú niega las acusaciones occidentales de que permitió a combatientes cruzar hacia Ucrania, junto con armas pesadas, para enfrentar a las fuerzas del Gobierno y mantiene sus propias tropas cerca de la frontera para ejercer presión sobre Kiev.
Pero durante una reunión de ministros de Relaciones Exteriores de la OTAN en Bruselas, el secretario general Anders Fogh Rasmussen, dijo a periodistas: «Lamento decir que no vemos señales de que Rusia esté respetando sus compromisos internacionales».
