Dicho todo esto con palabras que invitan a tener cautela y precaución, el pronóstico de consenso emitido por el Centro de Predicciones del Climáticas/NCEP/NWS y el Instituto Internacional de Investigación para el Clima y la Sociedad, de los EE.UU., señala que la probabilidad de que se desarrolle El Niño este año es de 70% durante el verano del Hemisferio Norte y que se alcance una probabilidad de 80% para el otoño o la próxima temporada invernal.
Hay un elemento que coincide con la elevación de la temperatura en el océano Pacífico ecuatorial oriental, que aunque se ha producido, repito, no es aún suficiente para que pueda hablarse de que El Niño está presente. Ese elemento son los dos ciclones tropicales con categoría de huracán de gran intensidad que han ocurrido en fecha más temprana a la habitual en esa cuenca oceánica, como se expresó en una Crónica publicada con anterioridad en este mes de junio..
Recordemos que en los años de El Niño, y por tanto con la elevación de la temperatura superficial oceánica en el Pacífico oriental, se generan en esa cuenca más ciclones tropicales, entre ellos varios huracanes de gran intensidad. Por otra parte, en la cuenca del océano Atlántico, ocurre todo lo contrario, pues al originarse fuertes vientos del oeste a alturas de 10 a 12 kilómetros como consecuencia de El Niño, se inhibe en el Atlántico la actividad ciclónica, a pesar de las altas temperaturas presentes en la superficie del mar, y por ende se producen menos tormentas tropicales y huracanes que el promedio de muchos años, lo que llamamos una temporada poco activa.
Así que lo que pasará en el Atlántico en esta temporada ciclónica tiene aún el sello de la incertidumbre de que si se forma o no El Niño en el Pacífico en los próximos tres a cinco meses…. Y hasta el momento, toda la cuenca del Atlántico, desde África al Mar Caribe y el golfo de México, está muy, pero muy tranquila… Dr. José Rubiera (X) Doctor en Ciencias Meteorológicas, Director del Centro de Pronósticos del Instituto de Meteorología de Cuba y vicepresidente del Comité de Huracanes de la Región Cuarta de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), agrupación donde se reúnen Canadá, Estados Unidos, México y toda Centroamérica, también Venezuela, Colombia y el área del Caribe.
