La falta de agua mantiene intranquilos a los habitantes de Los Girasoles, en la parte noroeste de la capital, donde llevan meses sin ver una gota del líquido en la cañería, situación que entorpece las labores cotidianas de los hogares.
Muchas familias compran camiones de agua de 1,200 galones en RD$1,500, que depositan en cisternas y luego comparten con los vecinos. Otros la revenden a 50 pesos el tanque de 55 galones.
Los más afectados son los residentes de la calle respaldo Orlando Martínez, en Los Girasoles II, quienes afirman que nunca han recibido el líquido, pese a que la Corporación de Acueducto y Alcantarillados de Santo Domingo (Caasd), instaló la tubería y prometió el servicio.
María Paulino, residente en esta calle, explicó que lleva 20 años viviendo en ese sector y nunca ha visto un chorro de agua en su casa. Dijo que en todo ese tiempo siempre ha tenido que comprarla, en lo que invierte entre RD$1,200 y RD$1,500 cada mes.
La escasez también afecta a los habitantes de los Girasoles I y III, así como a Fundación, Palma Real, Las Palmeras y Villa Palma, entre otros barrios levantados en la periferia del Cementerio Cristo Redentor.
Recientemente, la Caasd realizó un proyecto de ampliación del caudal con empalme hacia Los Girasoles III y Fundación, pero según los habitantes la obra no ha resuelto nada.
Atribuyen la carestía no solo a la sequía que ha obligado a mermar el suministro, sino a la construcción descontrolada de habitacionales que están demandando abastecimiento, sin que se hayan creado la estructura suficiente para satisfacer dicha necesidad.
En esta barriada los más afortunados son los vecinos de las calles Salomé Ureña y Flor de Liz, donde el líquido es suministrado dos veces a la semana.
También en esta parte, perteneciente a Los Girasoles II, muchos hogares se proveen del agua que brota de tierra, en la acera de la calle respaldo Mauricio Báez, donde los vecinos colocaron un tubo, a través del cual es recolectada en cubetas, galones y otros envases, usada mayormente, para higienizar los hogares, lavar ropa y bañarse.
La inconveniencia ha precisado que las amas de casas compren botellones a los camiones repartidores a RD$25, para el uso casero. Cristina Ogando, una madre de la calle Orlando Martínez, dijo que cada día debe comprar hasta cinco de estos, realidad que le merma sus ingresos.
La baja recepción de agua potable no solo tiene al grito a los pobladores de Los Girasoles, sino a más de 40 sectores del Gran Santo Domingo, en especial a la parte oeste y norte de la ciudad.
Los más perjudicados son los residentes de los barrios El Café y Ensanche Altagracia, de Herrera, Espaillat, Luperón, Capotillo y 24 de Abril, en la parte alta de la capital, así como Los Alcarrizos, en Santo Domingo Oeste, entre otros, donde la gente manifiesta preocupación por lo difícil que le resulta conseguir al menos una cubeta.
En estos sectores camiones cisternas de la Caasd distribuyen el líquido para enmendar la deficiencia observada en el servicio. En tanto que la situación de los acueductos permanece igual, aunque el caudal del río Nizao mejoró ligeramente.
El director de reparto de agua de esta entidad, Richard Castillo, informó que además de la distribución en los barrios más afectados, están llevando camiones a hospitales y escuelas.
