China desplegó su vasto aparato de seguridad este miércoles para evitar que se recuerde la represión de las protestas pro-democracia en torno a la Plaza de Tiananmen 25 años atrás, inundando las calles con policías mientras los censores depuran cualquier mención de los hechos en Internet.
Varios gobiernos, entre ellos el de Estados Unidos, instaron a China a dar cuenta de lo que pasó el 4 de junio de 1989, en comentarios que han enardecido a China, que sostiene que el movimiento de protesta era «contrarrevolucionario».
El exiliado líder espiritual tibetano Dalai Lama usó el aniversario para llamar a China a abrazar la democracia.
China nunca ha publicado una cifra de muertos por la represión, pero las estimaciones de grupos de derechos humanos y testigos van desde varios cientos a varios miles.
En 1989 las tropas dispararon avanzando hacia el centro de Pekín después de que manifestantes ocuparon la Plaza de Tiananmen en Pekín durante unas seis semanas. También hubo protestas en muchas otras ciudades.
Para no correr riesgos el miércoles, la policía, soldados y efectivos de seguridad vestidos de civil rodearon la plaza de Tiananmen comprobando las tarjetas de identidad y revisando los bolsos en busca de cualquier indicio de que la gente puede tratar de colarse en la plaza para conmemorar el aniversario.
La policía escoltó a un periodista de Reuters fuera de la plaza, que estaba atestada de turistas, diciendo que estaba cerrada a los medios extranjeros.
La policía también detuvo a otro periodista de Reuters por tratar de reportar sobre el aniversario en uno de los distritos universitarios de Pekín, y lo dejó en libertad al cabo de unas horas.
