El presidente palestino, Mahmoud Abas, tomó juramento a un Gobierno de unidad palestino, en un acuerdo de reconciliación con los islamistas de Hamás que llevó a Israel a congelar las negociaciones de paz mediadas por Estados Unidos.
Abas, cuya Autoridad Palestina en la Cisjordania ocupada por Israel depende de ayuda extranjera, pareció confiar en la aceptación por parte de Occidente, y sobre las objeciones, de un gabinete de 16 miembros formado por lo que describió como tecnócratas sin afiliación política.
En una política alineada con las exigencias de Estados Unidos y la Unión Europea, el líder que cuenta con el respaldo de Occidente dijo que su Gobierno seguirá cumpliendo con acuerdos y principios como base para el proceso de paz con Israel.
Hamás, que pide la destrucción de Israel, ha gobernado en la Franja de Gaza desde que capturó el territorio de manos de fuerzas del grupo Fatah de Abas en una breve guerra civil en el 2007.
«Hoy y después de anunciar el Gobierno de unidad nacional, declaramos el final de la división que ha causado un daño catastrófico a nuestra causa», dijo Abas, manifestando sentimientos compartidos ampliamente por los palestinos.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, había dicho que su Gobierno rechazaría un Gobierno palestino respaldado por Hamás y pidió a los dirigentes mundiales que no se apresuren a reconocerlo.
Israel impidió la entrada a Cisjordania de tres ministros con sede en Gaza que viajaban para la toma de juramento.
El primer ministro saliente palestino saliente, Ismail Haniyeh, dijo en Gaza que era un «día histórico» que cerraba un «capítulo de siete años de división».
