Pretoria.- Las prácticas folclóricas en muchas escuelas de iniciación masculina en Sudáfrica se han convertido en un tema donde oportunistas intentan ganar dinero fácil, denunció el Congreso Nacional de Líderes Tradicionales (SATL).
Además, en demasiados casos estos ritos derivan en abusos contra familiares y jóvenes participantes en las ceremonias sagradas, señaló la organización en un mensaje.
Algunos sujetos sin escrúpulos, presuntos maestros oficiantes, están cobrando hasta tres mil rands (unos 285 dólares) para organizar una iniciación y la mayoría de los afectados son personas de comunidades pobres, agrega el SATL.
El foro de líderes tradicionales alertó que este asunto se está volviendo muy preocupante para la sociedad y al mismo tiempo perjudica los valores culturales por los cuales la llamada Nación del Arcoiris debe sentirse orgullosa.
La institución informó que, junto con expertos del Departamento de Salud y la Asociación Médica de la República Sudafricana, había puesto en marcha un plan en pos de revertir la tendencia negativa.
El Departamento de Asuntos Tradicionales de la provincia de Limpopo rechazó esta semana 36 solicitudes para crear Escuelas de Iniciación, instituciones donde los jóvenes celebran ritos relacionados con la masculinidad.
Portavoces de la entidad ministerial recordaron que el período de iniciación empieza el 20 de junio y finalizará el 18 de julio próximo, pero una treintena de centros no cumplieron con los estándares requeridos por la ley vigente.
Este proceso necesita de un plan aprobado y autorizaciones de las autoridades tradicionales, además de una carta de recomendación emitida por el Departamento de Asuntos del Medio Ambiente, entre otros detalles, explica la nota de prensa.
Las sucesivas mutilaciones o muertes de adolescentes sudafricanos en los llamados rituales de hombría requieren de una intervención oficial urgente, alertó el mes pasado el arzobispo anglicano emérito Desmond Tutu.
Los rituales son normalmente efectuados entre noviembre y enero, en unos clanes, y entre junio y julio, en otros. Se trata de costumbres ancestrales de varias etnias en el sur de África como los pueblos AmaXhosa, AmaNdebele, Ba Sotho y Tsonga.
Medio millar de niños murieron en este país desde el año 2000 como consecuencia de quemaduras, hemorragias, traumas encefálicos y otras fatalidades relacionadas con los polémicos ritos, donde se obliga al discípulo a pasar días encerrado sin comer y concluyen con la circuncisión.
