Tener una buena digestión ayuda a nuestro organismo a absorber y aprovechar todos los nutrientes de los alimentos que consumimos, debido a que así se segregan las cantidades necesarias de enzimas y jugos digestivos en el tiempo apropiado. Cuando tenemos una mala digestión podemos llegar a sufrir algunas molestias como por ejemplo estreñimiento, alergias, problemas en el hígado, falta de absorción de nutrientes, entre otros.
Tener una buena digestión nos garantiza buena salud y con ello también podemos eliminar las toxinas que el cuerpo no necesita. Es importante que aprendas a identificar lo que puede poner en riesgo tu digestión y la forma en como tú mismo lo puedes tratar empezando por la buena alimentación.
Factores que contribuyen a una mala digestión
Cada uno de nosotros está en un constante riesgo de sufrir de una mala digestión debido a factores como la mala alimentación, comer en exceso, el estrés y el abuso del consumo de grasas; este tipo de cosas suelen ser un obstáculo para que el organismo funcione como debe y nuestra digestión se verá afectada.
Cuando no medimos lo que comemos y mucho menos nos damos cuenta del tipo de alimento que estamos consumiendo, es más probable que suframos de una mala digestión. Así mismo también hay otros factores como la posición del cuerpo sobre todo a la hora de comer y durante el resto de las actividades diarias.
¿Qué nos conviene para una buena digestión?
Para tener una buena digestión es muy importante tener en cuenta la alimentación, este aspecto es el que más influye en la salud a nivel general y el que ayuda a garantizar una digestión adecuada y a tiempo. Para ello es importante que tengas en cuenta que debes controlar tus comidas y evitar aquellos alimentos que suelen ser irritantes y malos para la salud.
