Desempleo arroja jóvenes a delinquir

“En este barrio los jóvenes tienen que delinquir porque no encuentran  oportunidades de conseguir empleo. Soy propietario de la compraventa  Niurka y cuando uno de mis trabajadores se retrasa,  se  me acercan varios muchachos a pedirme, por favor, que los ponga a hacer algo. Eso me  parte el alma. Quisiera ayudarlos, pero mi negocio no es tan grande” manifestó Wilson Peña, residente en La Cañita, Distrito Nacional.
 
La Cañita colinda con los barrios  Simón Bolívar y 24 de Abril,  los que hace más  difícil la vida en esos sectores, ya que sus pobladores son  extremadamente pobres y  el desempleo ocupa una de las tasas más altas de la capital.
 
Todo esto trae como consecuencia que la delincuencia, robo y atraco en esos lugares estén a la orden del día, sin importar  contra quién se ejerce esa violencia, ya que el  único fin es sobrevivir.
 
No obstante, Wilson Peña  sostiene que  al no conseguir los jóvenes su primer empleo, luego de  ingresar al mundo delictivo,  les resulta  muy difícil salir de ahí, pues se acostumbran a la  “vida fácil” y sin sacrificio.
 
“Un delincuente, que con pistola en mano despoja a un ciudadano de su dinero y pertenencias, ya no quiere trabajar, pues aunque es arriesgado no tiene que esperar 15 días o un mes para conseguir 10 mil o 5 mil pesos”, explica.
 
El propietario  de la compraventa colocó verjas en el mostrador para evitar que los ladrones entren a su negocio y carguen con mercancías y dinero.
 
Sostiene que ha sido víctima de atraco por varias ocasiones. La última vez amarraron a los empleados  y se llevaron varios artículos. Tras ofrecer su declaración pidió no ser fotografiado por temor a represalias de delincuentes.
 
Además de esta problemática, estos barrios se ven afectados por la cantidad de adolescentes embarazadas y que desertan de los estudios para dedicarse a ser madres solteras, y buscárselas como sea para mantener a su criatura.
 
Algunos moradores se la ingenian para crear  su propio medio de ganarse la vida. Por lo que se dedican a vender ropas usadas, empanadas y  cualquier otra fuente de producir el sustento de cada día.
 
Las calles estrechas, callejones y la cantidad de personas sentadas en las aceras dan una clara idea del grado de miseria y desocupación que tienen esos tres sectores.
 
Caos en  la Ovando
La avenida Nicolás de Ovando, vía que comunica a  La Cañita,   Simón Bolívar y 24 de Abril, se observa arrabalizada y sus contenes son usados como parqueos, tienda de calzados y vendedores de frutas, jugo  y otras misceláneas.
 
Esta situación obliga a los peatones a tirarse a las calles,  debido a que las aceras están ocupadas.
 
Próximo a la entrada del hospital Francisco Moscoso Puello se aglomeran decenas de vendedores a ofertar sus mercancías, ocasionando taponamientos y obstaculizando el acceso  rápido ante cualquier emergencia médica.

Compartir esta publicación:

WhatsApp
Facebook
X
LinkedIn
Pinterest

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *