Confirman 238 muertos explosión mina Turquía

Los equipos de rescates trabajan arduamente este miércoles para evacuar a los cientos de obreros que continúan atrapados en la mina de carbón de la ciudad turca de Soma, en la que una explosión ha causado hasta el momento la muerte de 238 mineros. Durante la mañana solo han sido rescatados nueve trabajadores y la esperanza de encontrar más personas con vida se reduce, según las autoridades de Turquía.
 
«Estamos preocupados por la posibilidad de que el balance de muertos pueda aumentar», afirmó el ministro de Energía, Taner Yildiz, que advirtió de que podría ser «el peor accidente minero» de la historia del país.
 
El ministro explicó que a la hora del accidente —causada por un fallo en el sistema eléctrico— 787 obreros estaban en la mina, de los que 363 se habían puesto a salvo, entre ellos 80 heridos. Yildiz explicó que los incendios en el interior de la mina y el monóxido de carbono dificultan las labores de rescate, hasta el punto de que entre los heridos y fallecidos hay miembros de los equipos de socorro. Soma está en la provincia occidental de Manisa, a 250 kilómetros de
 
El alcalde de la ciudad minera de Manisa, Cengiz Ergun, en declaraciones a la emisora CNNTurk recogidas por Efe, había anticipado la magnitud de la tragedia. “Hemos recibido información de los equipos de rescate que se encuentran dentro de la mina. Han sido rescatados ya 75 heridos y recuperados unos 166 cadáveres. Me temo que este número subirá”, aseveró el regidor. Todos los recuentos de víctimas coincidían entonces en una cosa, las cifras iban a aumentar.
 
El accidente se produjo durante un cambio de turno, según explicó un cargo sindical local. De ahí la elevada cifra de operarios. Nurettin Akcul, dirigente del sindicado nacional de los trabajadores metalúrgicos (Maden-Is), declaró a la cadena CNN Turk que la explosión se produjo a 200 metros de profundidad. Mehmet Bahattin Atci, alcalde de Soma (localidad situada 126 kilómetros al norte de Esmirna), declaró también a CNNTurk horas antes que la explosión había sido provocada por un fallo eléctrico.
 
Anoche, los esfuerzos se concentraban en llegar a los cientos de posibles supervivientes atrapados en el interior de las galerías. Los equipos de rescate inyectaban oxígeno en la mina para tratar de mantener con vida a los atrapados, mientras familiares y compañeros se agolpaban a las puertas del hospital local pidiendo información. “Los equipos de emergencias están inyectando oxígeno, pero el incendio todavía no está apagado”, explicó en una conversación telefónica con la agencia Reuters Tamer Kucukgencay, jefe del sindicato local.

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