El presidente ruso, Vladimir Putin, viajó a Crimea, donde conmemoró la victoria soviética en la Segunda Guerra Mundial y proclamó el éxito de la anexión de la península de Ucrania, que según dijo hizo más fuerte a Rusia.
En el este de Ucrania, donde rebeldes prorrusos planean el domingo un referéndum para seguir a Crimea en sus pasos de separarse de Kiev, al menos siete personas murieron y decenas resultaron heridas en caóticos enfrentamientos en el centro de la ciudad portuaria de Mariupol.
El titular de la OTAN, envuelto en su confrontación más seria con Rusia desde la Guerra Fría, condenó la visita de Putin a Crimea, cuya anexión en marzo no ha sido reconocida por potencias occidentales.
También volvió a expresar sus dudas sobre una afirmación del líder del Kremlin de que había retirado soldados de la frontera ucraniana.
El Gobierno en Kiev calificó la visita de Putin, su primera desde la anexión de la región hace dos meses, como una «provocación» que buscaba escalar la crisis deliberadamente.
Mientras observaba un desfile militar en Sebastopol, sobre el Mar Negro, Putin dijo: «Estoy seguro que 2014 quedará en los anales de nuestro país como el año en que las naciones que viven aquí decidieron firmemente estar unidas a Rusia, afirmando su fidelidad a la verdad histórica y la memoria de nuestros ancestros».
«Queda mucho trabajo por delante, pero superaremos todas las dificultades porque estamos juntos, lo que significa que nos hemos vuelto más fuertes», agregó.
Más temprano, Putin había presidido el mayor desfile por el Día de la Victoria en Moscú en años.
