Separatistas capturaron vehículos militares de las fuerzas de Ucrania e izaron una bandera rusa, poniendo en ridículo el operativo de seguridad lanzado por el Gobierno de Kiev para recuperar el control de ciudades del este del país.
Seis vehículos de transporte de personal militar fueron trasladados a la ciudad ucraniana de Slaviansk y recibidos con gritos de «¡Rusia!, ¡Rusia!».
Otros 15 vehículos con soldados ucranianos fueron rodeados y detenidos por una multitud pro Rusia en una ciudad cercana a una base aérea. Se les permitió retirarse sólo después de que los soldados hubieran entregado los percutores de sus armas a un comandante rebelde.
La situación proyecta una imagen de debilidad sobre Kiev antes de una conferencia de paz programada para el jueves, cuando su ministro de Relaciones Exteriores se reunirá con sus homólogos ruso, de la Unión Europea y Estados Unidos en Ginebra.
Moscú respondió a la destitución del ex presidente ucraniano Viktor Yanukovich en febrero, a quien respaldaba, anunciando su derecho a intervenir militarmente en la ex república soviética para proteger a los rusoparlantes, una nueva doctrina que ha revertido décadas de diplomacia tras la Guerra Fría.
Rusia anexionó el mes pasado la península ucraniana de Crimea y sus seguidores armados han tomado el control de partes del corazón industrial del este de Ucrania.
Moscú ha reunido a miles de soldados cerca de la frontera ucraniana. Un equipo de periodistas de Reuters que visitó el área fronteriza a fines de la semana pasada y luego el miércoles dijo que la actividad del Ejército ruso se había incrementado significativamente en los últimos días, con más efectivos y vehículos en las calles.
Hasta ahora la UE y Estados Unidos han impuesto sanciones limitadas sobre una reducida lista de rusos y ucranianos, entre ellas prohibiciones de visas y congelamiento de activos, de las que Rusia se ha burlado. Washington y Bruselas dicen que trabajan en sanciones más duras.
