Por primera vez un jockey podría ser Atleta del Año ACD

En sus 85 años de existencia, por primera vez, la Asociación de Cronistas Deportivos (ACD) nomina a un jockey montador de caballos pura sangre de carreras, con opción a convertirse en el «Atleta del Año», que sería escogido entre otros nueve atletas de dimensiones internacionales y formidables actuaciones como el diminuto Joel -Joelito- Rosario.
 
Este as de las bridas, cuyas habilidades y destrezas comenzó a mostrar en el hipódromo V Centenario en el año 2000, en cuya escuela aprendió el arte de montar caballos, alcanzó el pináculo de la gloria del hipismo mundial el año pasado con su resonante victoria sobre el caballo norteamericano Orb, en la carrera más famosa de la Triple Corona de la hípica de Estados Unidos, en su 139 versión desde su inicio en 1875, marcando un hito histórico para Latinoamérica y, por su puesto, para la República Dominicana, su lar nativo.
 
El jamás hubiera podido sacarla de jonrón en un estadio de las Grandes Ligas como era su sueño a penas cumplidos once años, cuando jugaba pelota en un solar baldío de Castillo, San Francisco de Macorís, donde nació el 14 de enero de 1985.
 
Aquélla aspiración de niño se quedó en el simple anhelo de un imberbe muchacho de campo que tuvo que emigrar a Santo Domingo y reconociendo que su tamaño y peso solo le servía para ser un jockey en el hipódromo V Centenario, dio el paso aprendiendo en su escuela de jinetes, debutando en el año 2000 con tan pésimo presagio que en una ocasión, todavía poco diestro, rodó por la pista; empero, continuó sin amilanarse y ahí empezó su acelerado perfeccionamiento hasta convertirse en un estelar de las bridas.
 
Joel en el V Centenario emergió cuando la cancha quedó a su favor con la partida a Estados Unidos de los estelares Ramón Maldonado y Anisette de León, liderando entonces las estadísticas en años
sucesivos hasta sobrepasar las mil victorias y lograr con ello sendos reconocimientos como jockey del año en los premios de la Asociación de Cronistas Deportivos de Santo Domingo (ACD) que hoy lo exalta por su sobresaliente actuación en el 2013 en las pistas mundialmente reconocidas, sirviendo como un embajador por excelencia de la República Dominicana en el extranjero.
 
Al cabo de resonantes triunfos desde que llegó a los hipódromos de la unión americana en el 2006 de la mano del ex jockey dominicano Heriberto Soto, su triunfo sobre Orb, el primer sábado de mayo, en una conducción magistral tomando el rumbo al conducir en una fangosa arena del hipódromo Churchill Downs, en la primera gema de la Triple Corona de la hípica estadounidense, llevándose el Kentucky Derby de manera sensacional, fue como lograr un jonrón para romper el récord más perseguido en el béisbol o un nockout al estilo de los más grandes campeones del boxeo o tan pequeño como es el alcanzar un kiling para rematar en el game final del voleibol o como sería tirar un canasto de tres para decidir de forma dramática un juego crucial en el basketball.
 
El potro Orb era el favorito y Joel lo condujo a la victoria viniendo desde atrás en una inicialmente intrincada carrera en la arena mojada del hipódromo Churchill Downs, en la distancia de 2,000 metros, con la participación de 20 caballos y presenciada por 151 mil fanáticos y millones por la televisión y el Internet. La carrera aportó al dueño de Orb la suma de $1,439.800.00 de un total reservado en la bolsa de la jornada de 2 millones ciento noventa y nueve mil ochocientos dólares. Lo habitual es que el jinete reciba un 10 por ciento de la ganancia.
 
Con tal demostración, el sensacional jockey dominicano, que monta con todo tipo de confianza, colocó a la República Dominicana en el mapamundi del hipismo internacional durante el 2013.
 
La jornada fue seguida por los dominicanos y la prensa en su conjunto lo siguió con esperanza. Y la Confederación Hípica del Caribe felicitó al jinete dominicano por el hito histórico de lo que escribió que «nos sentimos sumamente orgullosos que un jinete caribeño haya logrado la victoria en una de las carreras más famosas del mundo», como lo expresara el presidente del organismo, doctor Hugo Albarrán.
 
El, con 5 pies y 2 pulgadas de estatura, ni siquiera sabía acerca de las carreras de caballos hasta que tenía 11 años. Siempre quiso ser un jugador de béisbol y soñaba con una carrera profesional. Su jugador favorito era Sammy Sosa y sus preferencias las raíces de los Yankees de Nueva York, especialmente contra Boston. Cuando se dio cuenta de que sus amigos se estaban poniendo más altos y él no estaba creciendo, decidió que el béisbol no iba a funcionar. Fue entonces cuando lo llevaron a la escuela de jinetes y él mismo es concluyente al decir:»He trabajado muy duro para ser un jockey. La pista es donde vivo».
 
Y ha dicho: «Yo trabajo todos los días y trato de hacerlo lo mejor posible», testimoniando con tanta confianza que como tal que conduce, que un accidente lo detuvo este año que lo puso fuera del 23 de agosto al 12 de octubre y perdió el chance de obtener el premio Eclipse Award, el más codiciado galardón para los jinetes en los Estados Unidos, quedando tercero entre los mejores.
 
La ACD lo nomina tomando en cuenta la extraordinaria actuación del jockey criollo que, al final de la temporada del 2013, culminó con palmaré de 276 victorias, 218 segundos y 178 terceros en 1,295 salidas del gate, acumulando un producido de ganancias totales de 27 millones 585 mil 941 dólares.
 
Con la victoria sobre Orb su status de buen jinete creció, convirtiéndose Rosario en el primer jinete en ganar el Clásico del Caribe, sobre Sicótico (2008), la Copa Dubai por 10 millones de dólares encima de Animal Kingdom (2013) y el Kentucky Derby en Orb (2013), así como carreras clasiqueras en hipódromos de Canadá e Inglaterra.
 
El ducho entrenador de caballos, el dominicano Eugenio Deschamps, fue un pilar en la perfección de las dotes de excelencia como jinete de Joelito, quien durante varios años montó sus ejemplares en el V
Centenario y lo instruyó observando el desempeño de los mejores jockeys del mundo.
 
A través de Deschamps, Joelito montó al campeón nativo Sicótico en Puerto Rico para llevarlo a ganar el Clásico Hípico del Caribe del 2008 en el hipódromo Camarero. Ese día fue a Puerto Rico cancelando
todos los contratos que tenia en California, pues era su meta y su gran deseo pagarle a su «medio papa» Eugenio Deschamps, quien lo dirigió para que fuese un buen jinete. Con el triunfo de Sicótico la
República Dominicana borró un déficit de 40 años de participación sin victoria en el clásico hípico regional.
 
En total Joelito consiguió 30 victorias de clásicos de grado durante el 2013 superando su marca anterior de 27 en el 2010 y los 17 logrados en el 2012. Su total de victorias clásicas fue de 54 durante el 2013, un año de ensueño que jamás Joel podrá olvidar.
 
Y actualmente está abocado a un gran año 2014, teniendo campañas en distintos hipódromos, estando en el Gultream Park y ahora reciente en Acueduct, Nueva York, preparándose para distintas pruebas e
incursionar de nuevo en la afamada triple corona del hipismo norteamericano que en el 2013 lo catapultó como uno de los mejores jinetes latinoamericanos de todos los tiempos.
 
Sin dudas, los hípicos apreciarán y celebrarán que el Consejo Ejecutivo de la ACD le otorgue el premio de «Atleta del Año» al ponderar a todos los nominados, por lo que se espera en el ceremonial de premiación de este martes 8 de abril, en medio de las expectativas creadas se escuche decir: «Y el ganador es….JOEL -JOELITO- ROSARIO, el «Atleta del Año» 2013″…Amén.

Compartir esta publicación:

WhatsApp
Facebook
X
LinkedIn
Pinterest