Fuenlabrada.- El interno dominicano del Baloncesto Fuenlabrada Eloy Vargas se siente en su sitio en la nueva defensa del equipo madrileño con el técnico Luis Casimiro, cuyo sistema se adapta «mejor» a su juego y con el que siente que puede «ayudar mejor al equipo».
«Con esta defensa ahora yo sé dónde voy desde el principio», asegura Vargas en una entrevista, en la que el centro dominicano de 2,11, llegado el pasado noviembre a Fuenlabrada, explica cómo ha sido su adaptación al baloncesto español y al cambio de técnico, tras la destitución de Chus Mateo y llegada de Casimiro.
Tras una llegada «intensa» a la Liga Endesa ACB en la que Vargas tenía un acuerdo con el Alba Fehervar de Hungría, aunque finalmente se decidió por Fuenlabrada, su aclimatación al baloncesto europeo pasó, como suele ser habitual para los jugadores americanos, por acostumbrarse a la regla de los pasos.
«Es lo más complicado para mí, lo demás en el juego es lo mismo», reconoce Eloy Vargas, que tuvo en su compatriota James Feldeine un gran apoyo en este aspecto, siempre dispuesto a gritarle «pasos, pasos, cuidado» durante los entrenamientos.
Tras un proceso largo de adaptación en el que no contaba con muchos minutos, en diciembre y enero llegó a estabilizarse en torno a 20 minutos por encuentro, pero no llegó a consolidar un papel importante en la rotación de Chus Mateo.
«Supongo que yo no estaba jugando al ritmo que él quería», se explica Vargas, no tan cómodo en el sistema del exentrenador del Fuenlabrada, que utilizaba un centro junto a un alero, como en el actual de Luis Casimiro, más partidario de combinar dos pívots puros de salida.
«La defensa que hacemos ahora es la misma defensa que jugaba en la Universidad de Kentucky, igualita», asegura Vargas, que recuerda su trayectoria en la liga universitaria estadounidense, la NCAA por sus siglas en inglés, de la que fue campeón en la campaña 2011-12 con Kentucky.
El centro dominicano comparte muchos minutos bajo el aro con el estadounidense Marcus Arnold, con el que ahora juega «más junto» y con el que se comunica «muy bien».
«Él algunas veces se perdía en la cancha porque el equipo no sabe mucho inglés, y yo le estoy ayudando en eso como él me ayuda a mí. Ambos nos encontramos bien porque en las jugadas que hacemos ahora hay más balones para los jugadores grandes. Con el anterior entrenador no teníamos jugadas para los pívots», afirma Vargas.
Desde la llegada de Luis Casimiro, el poste dominicano está sumando más de 20 minutos por encuentro, con 14 puntos en Manresa, 6 ante Tenerife y 12 frente a Obradoiro. En estos dos últimos partidos aportó, además, 8 y 7 rebotes, respectivamente. Una mejora que aduce a la «confianza» que el técnico manchego ha depositado en él.
Junto a su buena actuación, el Fuenlabrada ha encadenado dos victorias consecutivas, una holgada contra Iberostar Tenerife (84-68) y otra sobre la bocina ante Río Natura Monbus (75-76).
«Todas las victorias son importantes para nosotros. Estamos en la zona baja y cualquier victoria, sea por un punto o por 20, es una gran victoria para nosotros. Tenemos que seguir concentrados y jugando como un equipo para conseguir más victorias», razona Vargas, que se siente «muy bien» viviendo en Fuenlabrada.
«Me siento muy bien aquí. Cada vez que tengo tiempo libre voy a Madrid, ando y conozco un poco», explica el centro dominicano, aficionado a la música dominicana, el rap estadounidense y el cine, sobre todo las comedias americanas y las películas de acción.
Vargas soporta los gajes de vivir solo, pero sabe que en mayo tendrá a su familia de visita por España. «Tengo que aprender a cocinar, porque estoy viviendo solo. Tengo que llamar siempre a mi madre para que me ayude», confiesa el jugador del Fuenlabrada, cada vez más cómodo en el equipo del sur de Madrid.
